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Victoria Jamart, Carmen Noguerol y María José Álvarez. Detrás, Sergio Valle, Charo García y Alba Riesgo, en la Unidad del Dolor del Hospital Valle del Nalón.

«El dolor es un gran problema social»

Las Unidades del Dolor atendieron en un año 5.496 consultas ambulatorias | El Sespa cuenta con seis centros especializados, asistidos por anestesistas. La mayor parte de los pacientes provienen de traumatología

EVA FANJUL

LANGREO.

Sábado, 19 de octubre 2019, 03:19

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«Sufro unos dolores terribles a causa de dos hernias discales. En julio me quedé literalmente doblada, sin poder moverme. Al final, acabé ingresada durante dos semanas con morfina y a partir de ahí ya pasé a la Unidad del Dolor. Gracias a sus técnicas voy mejor y vuelvo a caminar». María Fonseca, vecina de La Felguera de 33 años y madre de dos niños pequeños, ha visto interrumpida su vida personal y profesional por el dolor. Ella es una de las pacientes de la Unidad del dolor del Hospital Valle del Nalón, uno de los seis centros especializados de este tipo que existen el Principado.

El pasado jueves, 17 de octubre, se celebró el Día Mundial Contra el Dolor. La jornada sirvió para poner el foco en los miles de asturianos que conviven con él y requieren de asistencia especializada para sobrellevarlo. El año pasado, estas unidades atendieron 5.496 consultas y practicaron un total 4.510 técnicas.

Cuando el dolor es lacerante y constante puede incapacitar a la persona que lo sufre, por eso el alivio que proporciona este servicio hace que muchos de sus pacientes, como María, le pongan «un diez». Los usuarios valoran tanto el trato personal como la eficacia del tratamiento. «En mi caso, me dejaron llevar a casa el aparato de electroestimulación para que no tener que venir al hospital», agradece la langreana. Estas unidades están asistidas por anestesiólogos y abordan el dolor crónico que a veces es refractario al tratamiento farmacológico y requiere la aplicación de técnicas específicas e invasivas que solo estos especialistas sanitarios pueden realizar. Algunas, como las infiltraciones epidurales interlaminares o infiltraciones de síndromes miofasciales, pueden llevarse a cabo en la propia unidad. Otras intervenciones exigen entrar en quirófano, como los bloqueos diagnósticos del cuadrado lumbar o las epidurales cervicales, entre otras.

«La mayor parte de los pacientes derivados a este servicio provienen de traumatología», explica la jefa de servicio de Anestesiología, Reanimación y Terapia del Dolor del Valle del Nalón, María José Álvarez. Las causas más comunes de consulta son las «lumbalgias, cervicalgias, dolores neuropáticos -como el del miembro fantasma-, fibromialgia y dolores oncológicos puntuales no paliativos», enumera.

Seguimiento telefónico

La Unidad del Dolor forma parte del Servicio de Anestesia y Reanimación del hospital langreano desde el año 2010, con un equipo compuesto en total por diez facultativos. De ellos, cuatro son los que se ocupan a tiempo parcial de esta unidad que vio a «1.119 pacientes en 2018», indica Álvarez. Además de la atención hospitalaria se ofrece un seguimiento telefónico de las personas que lo requieren.

En los últimos años se observa un crecimiento del número de pacientes en la unidad debido principalmente a la cronicidad y al envejecimiento. «Ahora mismo el dolor es un problema social importante que tenemos que atender, cada vez hay más pacientes crónicos porque los pacientes son más mayores», asegura Alba Riesgo, directora del Hospital Valle del Nalón. Desde estas unidades «se intenta dar respuesta a esa demanda creciente en la sociedad que es el dolor», destaca Riesgo.

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