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El galardonado, Samuel Trabanco, en el centro, acompañado de personalidades políticas regionales y locales, del banco SabadellHerrero, de la Cámara de Comercio de Gijón, del Ateneo Jovellanos, y por supuesto numerosos amigos y familiares de la empresa gijonesa, Sidra Trabanco.
Feria de Muestras de Asturias (Fidma) 2025

Trabanco: «La sidra es lo mejor del mundo, toca luchar por el relevo generacional»

El empresario de Lavandera dedica el galardón a su padre, su madre y su tío. «Ellos murieron en el llagar y yo lo haré también»

Jana Suárez

Gijón

Martes, 12 de agosto 2025, 08:53

Trabanco es sinónimo de sidra natural. Desde el año 1925, hace justo un siglo, fundada por Emilio Trabanco, esta empresa gijonesa elabora con las mejores manzanas de variedades seleccionadas siguiendo métodos tradicionales. Su anhelo era hacer llegar a todos los rincones de Asturias esta nueva sidra. «Y lo consiguió, pero también a toda España y prácticamente a todo el mundo. Hemos conquistado hasta la Gran Manzana neoyorkina», resaltó ayer Samuel Trabanco. Lo dijo, muy emocionado, tras recibir el vigésimo Premio al Desarrollo Económico e Industrial del Ateneo Jovellanos apoyado por el Banco SabadellHerrero en la Feria de Muestras. La música de las gaitas y las bolsas azules con bombones de la entidad daban aún más colorido a una tradicional jornada que «representa no solo unos valores económicos, también sociales, culturales y de entidad asturiana», destacó el presidente del SabadellHerrero, Pablo Junceda.

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Para el presidente del Ateneo Jovellanos, Álvaro Muñiz, «Samuel es el ejemplo de empresario que busca dejar legado y no hacer dinero. Siempre ha luchado por el desarrollo de Asturias y es uno de los exponentes gracias a los cuales la cultura sidrera es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco», subrayó.

«Mercados con acento astur»

Para Muñiz, quien estuviera largo tiempo al frente de la propia Feria hasta su jubilación, «en un momento en el que tanto se habla de motivación, pocas veces lo hacemos de verdad y reconocemos el trabajo y esfuerzo, eso es lo que hemos venido a hacer hoy aquí a la Feria, al gran escaparate económico de Asturias y a la cita del verano gijonés por excelencia. Gracias, por tanto, Samuel», concluyó su intervención el presidente ateneísta.

La representación institucional y política fue amplia: la consejera de Cultura, Política Lingüística y Deporte, Vanessa Gutiérrez; la concejala del Cultura del Ayuntamiento de Gijón, Montserrat López Moro; el concejal de Infraestructuras, Gilberto Villoria, o el consejero de Medio Ambiente, Marcelino Marcos Líndez, quien entregó el diploma al galardonado junto a Félix Baragaño, presidente de la Cámara de Comercio de Gijón.

Nadie quería faltar. Estuvieron muchos amigos como José Ramón Fiaño, presidente de la Caja Gijón, la Rural; y por supuesto, toda la familia Trabanco al completo. Resonó un enorme aplauso en el salón de actos del Palacio de Congresos y se pusieron en pie «porque este año, donde la sidra tiene un protagonismo especial en la Feria, levantemos la botella, bajemos el vaso y escanciemos el mejor sabor: el de Asturias, por ti, Samuel, y por toda tu familia, Sidra Trabanco», destacó Baragaño quien definió al premiado como «un excelente conversador que habla con sinceridad, sarcasmo y muy buena argumentación. Es una persona siempre dispuesta a ayudar y además es una persona muy familiar», alabó el presidente de la Cámara.

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«El desarrollo económico e industrial de nuestra región no se entiende sin personas capaces de arriesgar, de transformar lo que parecía inmutable y de abrir mercados sin perder el acento astur», así definió el consejero de Medio Ambiente a Samuel Trabanco. Marcos explicó que dentro del mapa de modernización que está llevando a cabo Asturias, la agroindustria ocupa un lugar cada vez más importante y la sidra asturiana se ha convertido en motor económico, generador de empleo, atractivo turístico y embajadora internacional de Asturias. «Y detrás de ese impulso hay nombres propios. Hoy celebramos uno: Samuel Trabanco, quien ha sabido leer el tiempo que le ha tocado vivir. Recogió una herencia familiar de amor por la sidra, pero no se conformó con conservarla: la llevó más lejos. Ha modernizado procesos sin perder autenticidad y profesionalizando un sector de referencia para nuestra región», aseveró Marcos.

«Moriré en el llagar»

Diploma y medalla en mano, Samuel Trabanco no decepcionó en su discurso. «No me vais a hacer llorar pero casi», admitió. Dijo que no tenía nada preparado, «porque yo hablo así, de corazón», expresó. Confesó que «este galardón era sobre todo para su padre, su tío y su madre. Ellos murieron en el llagar y yo lo haré también. El tesón, la innovación y sobre todo mi ilusión es que el relevo generacional siga luchando por el futuro de Sidra Trabanco.». Reconoció Samuel Trabanco en una entrevista a EL COMERCIO que «conquistará Madrid con un gran restaurante, pero no hay límites. Hay que llegar a todos los sitios, porque la sidra es lo mejor del mundo». Sidra Trabanco está además llevando a cabo diversos actos de celebración por su centenario, 100 años que a su gerente «le saben a poco pero se sienten mucho en el alma. Porque para mí esto siempre ha sido más ocio que trabajo. Lo he disfrutado muchísimo y pienso seguir haciéndolo todos los años que me queden», concluyó. Tras este emotivo acto, el equipo del SabadellHerrero se reunió en el Club de Regatas para compartir la celebración y «brindar por el compromiso con Gijón y por el impulso a iniciativas que enriquecen la vida social y cultural de la ciudad», aseveró Alfredo Fernández, director comercial de la entidad.

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