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Culín inaugural.Daniel Martínez Junquera seanimó a escanciar en presenciade Félix Baragaño, Eduardo Vázquez y Ángela Pumariega. FOTOS: ARNALDO GARCÍA
Feria de Muestras de Asturias (Fidma) 2025

Gijón, la ciudad que empezó a escanciar

Pioneros. El pabellón del Ayuntamiento destaca hitos gijoneses en la cultura sidrera y se centra en su valor industrial

Iván Villar

Gijón

Viernes, 1 de agosto 2025, 02:00

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Fue en 1880 cuando la fábrica gijonesa de vidrio La Industria decidió adaptar un modelo inglés de botella ('black glass') a lo que, en referencia al molde metálico de tres piezas utilizado para su fabricación, empezó a conocerse como botella 'molde de hierro' o botella de Gijón. La misma que con su característico color verde y sus 700 centímetros cúbicos –el equivalente a una 'puchera' o un 'cuartillu', asentados como medida tradicional de consumo– sigue usándose casi un siglo y medio después para la distribución de la sidra, que hasta entonces, a similitud de otros territorios sidreros de Europa, se hacía en pipas y toneles.

También de La Industria y de Bohemia Española salió, a principios del siglo XX, el vaso ahora indisociable al consumo de esta bebida, que antes se servía y se bebía en 'xarres' o 'puxos' de barro fabricados en alfares como el que Primitivo Cuesta abrió en 1908 en Somió. Son algunos de los hitos destacados en el pabellón del Ayuntamiento de Gijón, que se suma a otros en el homenaje a la declaración de la cultura sidrera como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, en su caso desde una perspectiva centrada en su aspecto industrial y en el papel que jugó la ciudad en elementos clave de este símbolo de la identidad asturiana. «Los visitantes van a conocer muchos detalles que seguramente desconocían sobre cómo Gijón fue pionero en muchos detalles ligados a la sidra», destacó durante la presentación del pabellón la vicealcaldesa y concejala de Economía, Empleo, Innovación y Turismo, Ángela Pumariega. «Tras un reconocimiento que le ha dado proyección mundial, era obligado hacerle este homenaje en casa», añadió durante una intervención que tuvo lugar junto a una gigantesca botella de sidra hinchable que a buen seguro se convertirá en punto obligado para 'selfies'.

Varios paneles hacen un repaso histórico por momentos clave en la evolución de la forma en la que se produce y se consume la sidra, destacando el papel que tuvieron personas como el empresario Tomás Zarracina, hijo de llagareros que ya enviaban sidra fuera de Asturias, pionero en la industrialización de la sidra en Europa y que produjo la primera espumosa, impulsando la 'champanización' –para lograr un producto de más fácil exportación a mercados como el americano– casi una década y media antes de que en Cataluña empezaran a hacerlo con el cava. En el centro de la muestra, comisariada por Eduardo Vázquez Coto, pueden verse maquetas de llagares de sidra, un chigre que de artefacto para abrir botellas pasó a definir a los propios establecimientos, un pupitre para voltear botellas y remover los sedimentos, 'xarres' de barro, diferentes modelos de botella... Y en las paredes, fotos antiguas recogiendo manzana en lo que fue un verdadero 'mar de pumaraes' o corchando botellas a golpe de maza a las puertas de un llagar –era la primera década del siglo XX y no faltaba ya un ejemplar de EL COMERCIO entre quienes componen la escena–.

Brazo en alto desde 1930

Como uno de los grandes hitos gijoneses como parte de la cultura sidrera, el pabellón presume de Gijón como «la ciudad que empezó a escanciar», una técnica que, según se apunta en los paneles «pudo haber nacido en un chigre en los años 30 y quizá era un 'playu' quien levantó una botella bien alto y acertó a escanciar un primer culín, intentando emular el espiche de un tonel de sidra».La influencia de la tradición sidrera en el arte también queda patente en la exposición con la reproducción de varias obras en torno a la misma de los pintores Evaristo Valle, Nicanor Piñole, Mariano Moré, Luis Pardo y Manuel Medina.

Al final del recorrido los visitantes pueden poner a prueba sus conocimientos sidreros en un juego interactivo, así como probar a escanciar un culín con gafas de realidad virtual. Lo harán en una zona con una guía 'para principiantes' que da detalles tan básicos como que «la sidra no se pide por copas» y donde además varias proyecciones homenajean a los llagareros gijoneses y citas como la Fiesta de la Sidra Natural.

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