«Si el fuego llega a la plantación de pinos, arden las casas. El abandono es total»

Las llamas regresan al Occidente. Vuelven a registrarse incendios en zonas donde las hectáreas calcinadas no suman muchos años entre sí. En Allande, la sierra de Carondio se vio envuelta en llamas todo el fin de semana, poniendo en riesgo el alcornacal de Boxo, un paisaje protegido que logró esquivar la voracidad del fuego una vez más. Se estima que pudieron arder más de un centenar de hectáreas de matorral y algo de pino y roble. Se inició el domingo y no dio tregua hasta última hora del lunes. Ayer aún estaba bajo vigilancia. Para sofocarlo se precisó el refuerzo de la Brigada de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF) de Tabuyo, en León, que se sumó a la de Tineo y los efectivos de Bomberos de Asturias procedentes de varios parques de la región. Por tierra y por aire.

«Las pistas están intransitables y los bomberos no pueden acceder. Una de ellas está cortada en Beveraso (Allande) y reduce las distancias muchísimo. Lleva así siete años», denuncia el bombero forestal y apicultor Cristóbal Rodríguez, que no duda que se volverá a repetir si no existe un mantenimiento de los montes y sus infraestructuras, pues la ganadería, sostiene, va a menos y ya no conserva el paisaje.

El fuego se logró atajar a tiempo. «Si llega a la plantación de pinos, arden las casas. El abandono es total», enfatiza Rodríguez, con el recuerdo de lo sucedido en el Valledor hace cuatro años. Tras el fuego, Rodríguez se afana en reubicar las sesenta colmenas localizadas en la zona. «No ardieron porque estaba desbrozado, pero se quedaron sin alimento», lamenta el apicultor, que da por perdida la producción de este año. «Es incalculable el trabajo y el dinero que este daño supone», concluyó, sin ocultar su impotencia.

No fue el único rincón del Occidente donde se batalló contra el fuego. En Tineo se registraron dos incendios forestales. Uno de ellos se localizó en Businán, donde ardieron unas 20 hectáreas en un fuego con varios focos simultáneos que se inició la madrugada del lunes. Sospechan que fue intencionado. «Arde cada dos años», señala un vecino. Las llamas se sofocaron a última hora de esa misma tarde.

Y entre Busmente (Tineo) y Parlero (Villayón), se luchó contra otro incendio con dos flancos. Fue esa misma noche. Intervinieron bomberos de Barres y una cooperativa forestal, que dieron por controlado uno de ellos en la madrugada de ayer. Los medios aéreos se incorporaron a primera hora de la mañana logrando sofocar el incendio. Había que enfriar el terreno de una zona que ardió hace poco más de un año.