Un Helimer sufre un accidente en Cuenca cuando se dirigía a El Musel

Un helicóptero de Salvamento Marítimo que realizaba el trayecto entre Alicante y Gijón sufrió ayer un accidente a su paso por Buenache de la Sierra (Cuenca). La aeronave volaba hacia la base de El Musel, en Gijón, para sustituir al Helimer Cantábrico, que debía de entrar en fase de mantenimiento. El piloto, único ocupante, consiguió salir por su propio pie y alertar a los servicios de emergencia. Fue trasladado hasta el Hospital Virgen de la Luz de Cuenca en otro helicóptero medicalizado, aunque los primeros exámenes médicos practicados descartaban lesiones de gravedad.

Se da la circunstancia de que el helicóptero -propiedad de Babcock, la empresa adjudicataria del Salvamento Marítimo- debía realizar un vuelo de entrenamiento ayer por la noche en la costa asturiana con la tripulación de la base de El Musel.

Desde la empresa Babcock informaron ayer a EL COMERCIO que no se trataba «de un accidente sino de un incidente». Achacaron lo ocurrido a una toma de tierra controlada, si bien la Agencia Estatal de Seguridad Aérea ha abierto una investigación para determinar las causas del siniestro. Al parecer, la aeronave pudo haber sufrido una avería de los motores en pleno vuelo y la rotura de una de las ventanillas, por lo que fue perdiendo altura hasta conseguir llegar a una zona llana y tomar tierra de emergencia. Como consecuencia del brutal impacto, el helicóptero sufrió la fractura de la parte trasera y la salida de las lanchas salvavidas. La pericia del experimentado piloto evitó que el accidente tuviera consecuencias de mayor alcance.

El suceso tuvo lugar a las tres de la tarde en una zona limítrofe entre las provincias de Teruel y Cuenca, en la sierra de Albarracín. La aeronave, modelo Aw139, había salido de la base de Alicante y se encontraba en pleno vuelo cuando se produjo el fallo. Rápidamente se puso en marcha un protocolo para proceder al rescate del ocupante, para lo que se desplazó otra aeronave de salvamento. Será ahora crucial la inspección técnica que se realice al aparato y la declaración del piloto.

La noticia del siniestro cayó como una losa en la base del Helimer de Gijón, donde esperaban la llegada para su utilización en los servicios de rescate de las próximas semanas. «Si llega a ocurrir en la mar, que es donde habitualmente volamos, las consecuencias habrían sido nefastas y probablemente estaríamos hablando de una tragedia», lamentaba ayer el personal de Salvamento Marítimo.

El accidente del Helimer tiene lugar en plena protesta del personal contratado por la empresa Babcock, principal operadora de aeronaves de emergencias, protección civil, lucha antincendios, salvamento marítimo, rescate en montaña, vigilancia aduanera y asistencia a plataformas de petróleo y gas en España. La compañía prevé recortes salariales de hasta el 30%, lo que ha provocado concentraciones y protestas por la «precarización laboral de un sector de alto riesgo».

El grupo parlamentario de Podemos ha solicitado la comparecencia del ministro de Fomento para explicar las causas del siniestro.