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A la izquierda está la piedra en la que se advierten los trazos de lo que debió ser una estela funeraria. FOTOS: EDUARDO PÉREZ FERNÁNDEZ
La iglesia de Santiago de Duesos revela otro fragmento de su estela funeraria

La iglesia de Santiago de Duesos revela otro fragmento de su estela funeraria

El arqueólogo Eduardo Pérez-Fernández halla junto a la puerta lo que parece ser parte de la que se descubrió en la sacristía en los ochenta

M. F. ANTUÑA

GIJÓN.

Domingo, 26 de febrero 2023, 01:33

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Estaba allí, en la misma puerta y nadie se había dado cuenta. No era fácil advertirla. En absoluto, los siglos y los avatares de la historia la habían hecho perder su relieve y era muy complicado observar las formas trazadas entre el siglo I antes de Cristo y el siglo I, pero precisamente el mismo paso del tiempo que la ocultó ha acabado por sacarla a la luz. Presumiblemente algún tipo de hongo permitió que se oscureciesen los surcos tallados tantos siglos atrás y ponerlos ante los ojos sorprendidos de un arqueólogo. Hablamos de lo que parece ser un nuevo fragmento de la estela funeraria de Duesos, así llamada porque se halló en la iglesia de Santiago de Duesos, en Caravia Baja, en los años ochenta del siglo pasado y que se muestra en el exterior del templo. Pues bien, una de las piedras que se encastra al lado mismo de la puerta principal, a la izquierda según se entra, alberga esa pequeña joya de piedra.

Eduardo Pérez-Fernández, arqueológo asturiano afincado en Escocia y que dirige el portal Arqueoastur dedicado a documentar castros y otro tipo de construcciones de similar carácter, se encontró un buen día, visitando la iglesia por puro amor al arte, con esos trazos que parecían conducir a la estela primigenia, a que debía ser un fragmento de la misma, aunque este punto no está confirmado al cien por cien. Lo que sí está claro es que se corresponde con una estela funeraria y todo indica a que es la misma. Hizo fotos, estudió con calma los trazos y la conclusión fue clara: «Hice un modelo digital para ver si las formas coincidían con los de la otra estela y sí», asegura el arqueólogo, que comentó con algunos paisanos del pueblo su conclusión y nadie se había dado cuenta de ello. En la Consejería de Cultura tampoco había ninguna constancia de la existencia de ese fragmento y ya ha sido notificado convenimiente como ordena la ley. Lo cierto es que, llegados a esta conclusión, poco o nada va a cambiar, puesto que en realidad esta pieza forma parte ya de un edificio protegido como es el de la iglesia de Santiago de Duesos, para cuya construcción se reutilizó la histórica pieza.

No es extraño que este tipo de estelas funerarias fueran reutilizadas para la construcción de iglesias cristianas. De hecho, el fragmento ya conocido de la Duesos, hecha en arenisca y decorada con motivos de lacería y disco solar, también estaba destinada a formar parte del templo. «La estela se encontraba semienterrada en la parte posterior de la iglesia, ante el umbral de la puerta de acceso a la sacristía, y adosada lateralmente a la fábrica de la misma. La parte vista (cara A) estaba en el mismo plano que el suelo. En esta zona estuvo ubicado el cementerio parroquial hasta que fue clausurado en 1916 y posteriormente mondado en los años 1927 y 1928. La sacristía fue ampliada en 1928», escriben Alberto Fernández y Alejandro Miyares, que fueron quienes la hallaron, en su estudio sobre esta pieza arqueológica. Se cree que las obras de la sacristía fueron la razón de que acabara allí. «Es frecuente que este tipo de piezas aparezcan próximas a iglesias, o bien empotradas en la fábrica de las mismas, lo cual es interpretado por algunos autores como una cristianización de lugares de culto pagano», añaden los autores, que concluyen en su informe que la pieza puede ser prerromana. «Vemos, por tanto, que la estela de Duesos se relaciona, en primer lugar, con el grupo de estelas romanas, pero no podemos olvidar que estas mantienen unas tradiciones indígenas y que son esos rasgos precisamente los más similares a los de nuestra estela», anotan. No obvian la relación de esta con las estelas asturianas de Valduno y Castiello pero es de una cronología más temprana y, por tanto, con menor grado de romanización. «Las similitudes que existen con las decoradas por ambas caras son importantes y refuerzan su carácter indígena, aumentando la posibilidad de una cronología anterior a Jesucristo», escribieron.

Notificado el hallazgo, sí que existen otras vías que pueden permitir un mayor conocimiento de la pieza y confirmar que forme parte de la misma estela, bien generando modelos en 3 que permitan una reconstrucción virtual o mediante infrarrojos.

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