«Llevamos un año así y todavía no hay un plan de rescate»
Bajo el paraguas de Otea, hosteleros y comerciantes detienen su actividad un minuto y reclaman la flexibilización de las medidas actuales
Borja Pino
Avilés
Miércoles, 17 de marzo 2021, 02:02
Cuando, hace ahora un año, la pandemia del coronavirus se cernió sobre el mundo, apenas hubo persona, organización o sector que no debiese adaptarse a toda prisa a la inesperada nueva situación. Sin embargo, doce meses después del estallido, son muchos los que solicitan la flexibilización de las medidas actualmente vigentes, herederas directas de aquellos primeros momentos críticos. Es el caso de la hostelería y del comercio, que ayer, bajo el paraguas de la asociación Hostelería y Turismo de Asturias (Otea), detuvieron su actividad durante un minuto para visibilizar su realidad, y reclamar más y mejores ayudas gubernamentales.
En Avilés, fueron varios los bares, restaurante y tiendas que secundaron la iniciativa, y cuyas plantillas, a las doce del mediodía, abandonaron sus quehaceres y se manifestaron ante los negocios, esgrimiendo el cartel de la convocatoria. Una práctica imitada por organizaciones similares de Galicia, Cantabria y País Vasco, tres territorios que, junto con el Principado, conforman lo que en el sector se ha nombrado 'la fuerza del norte'.
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«Nos ha parecido oportuno hacernos ver, para recordar a todo el mundo el año que llevamos», señalaba María José Díaz Modino, propietaria de la cafetería Nueva Viena y, a la postre, presidenta de Otea en Avilés. Desde esa última posición, aprovechó la ocasión para recalcar que «hemos cumplido todo lo que nos han exigido, pero, recíprocamente, un año después, todavía nadie ha presentado un plan de rescate general del sector».
Para Díaz, el abanico de limitaciones impuesto por el Gobierno regional de cara a Semana Santa, lejos de tranquilizar a los profesionales de ambos gremios, crea un nuevo foco de inquietud. En especial la imposibilidad de reunir en las terrazas a más de seis personas por mesa, una decisión que la responsable local de Otea tacha de «absurda. No tiene sentido que en un banco público pueda haber hasta seis, sin distancia de seguridad, pero en una terraza, no».
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A ese respecto, su reivindicación para por la implementación de pautas más acordes con las necesidades de los negocios. «Estamos de acuerdo con las restricciones, si la salud lo exige, pero creemos que se podrían flexibilizado con todas las garantías sanitarias». Por ello, Díaz concluyó haciendo un llamamiento a «recuperar la actividad de esta ciudad, la perla del Cantábrico, cuando pasemos este bache».
Más allá de su testimonio como presidenta de la asociación, su ejemplo reivindicativo fue imitado por otros locales hosteleros, como la vinatería Carpe Diem, sita en la calle San Bernardo, ante cuya entrada se manifestaron David Álvarez, Alberto Fernández y Raquel Díaz. A pocos metros de ellos, en la misma arteria, otro tanto hicieron Alberto Villa y sus cinco trabajadores, integrantes de la plantilla de El Café de Pandora.
«Aquí seguimos en la lucha, esperando que se nos tenga en cuenta», resumía Villa, decepcionado ante la evolución de un año en el que las ayudas «están llegando tarde, mal y nunca. Hace dos días cobré los autónomos que se me debían desde noviembre, y la cosa va a peor. Las ayudas salvan un poquito, pero necesitamos compensaciones de verdad».
No fueron los avilesinos los únicos hosteleros que ayer salieron a la calle. Tanto en Gijón, como en Oviedo, la protesta convocada a nivel nacional fue seguida de forma mayoritaria.
En Madrid también estuvo el presidente de la patronal asturiana del sector (Otea), José Luis Álvarez Almeida, con el resto de representantes de las organizaciones empresariales de España, en un acto simbólico de protesta.