«La subida de contagios es dramática. Los números son inaceptables»

Luis Enjuanes (Valencia, 1945) dirige el laboratorio de coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología, perteneciente a Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y abrirá este jueves el Citech, la gran cumbre de la industria y la tecnología de Asturias, y que se puede seguir de manera virtual. Este científico asegura que «ya no hay duda de que estamos en la tercera ola» de la pandemia sanitaria.

–Según los últimos números, ¿se está disparando el virus más de lo que se había pensado?

–Sí. En este momento no eran de esperar estas subidas tan fuertes cuando todo el mundo estaba ya alertado. Todos sabíamos que veníamos de las fiestas de Navidad, con las reuniones familiares, el aumento de los viajes y las visitas a los comercios para comprar los tradicionales regalos. Esto había alertado mucho a las autoridades pero lo que pasa es que la subida de contagios está siendo muy dramática. Los números son inaceptables.

–Vemos que cada comunidad toma sus propias decisiones. ¿Es una medida acertada o debería haber la misma actuación en todo el territorio naciona?

–Yo me quedo con la experiencia. Hasta ahora hemos tenido tres olas. En la primera es posible que el Gobierno, que era el que lo dirigía todo, empezara un poquitín tarde, pero cuando tomó el control el pico que había subido muy alto empezó a bajar por una pendiente muy pronunciada. Fue un éxito total bajo un mando único, fue excelente. Pero entonces se pusieron a protestar todas las autonomías que querían dirigir ellas su propio destino y además la gente se puso a argumentar el problema económico que esto representaba, que no iban a morir por el virus sino ahogados por la economía. Esto fue un error dramático. Esa dualidad de apoyar a la economía o a la sanidad no debería haber existido. El día que venzamos al virus habremos también ayudado a la economía. Ahora vemos que las comunidades que más protestaron son las que van peor. En mi opinión, diría que la primera ola, que la controló el Gobierno, se hizo con muchísima eficacia.

–¿Podemos decir que ya estamos en la tercera ola?

–Creo que ya no hay duda, porque los números han ido para arriba y la media está por encima de 400 infectados por 100.000 habitantes, pero es que hay algunas comunidades que están por encima de 600. Esto no es de recibo.

–¿Esta tercera ola puede ser mucho más fuerte que lo que vivimos hasta ahora?

–Creo que de momento sí, pero no es una cosa privativa de España. Creo que las fiestas de navidad nos han perjudicado bastante, porque todavía hay un porcentaje minoritario pero importante que no es consciente de lo que es una pandemia, hay quien no se lo cree. No me refiero a esas minorías que montan los botellones, sino que hay mucha más gente que sale de compras y va a la calle porque aquí no pasa nada, he puesto la mascarilla y ya está. No es suficiente.

–¿Hacen falta medidas más restrictivas? ¿Necesitamos otro confinamiento?

–En mi opinión, sí. Siempre comento que soy favorable de las prácticas fuertes y lo más cortas posibles. Entendiendo que si el ciclo del virus puede durar 14 días de promedio, deberíamos hacer dos ciclos, es decir, prácticamente un mes, cerrando muchas cosas y viendo al cabo de ese tiempo lo que ocurre, porque empieza a marcar la pauta. Si no es suficiente, habrá que cerrar más, y si se ve que va bien, no abrir enseguida, que es lo que se hizo la otra vez.

–Ya han empezado las vacunaciones. ¿Se está haciendo a buen ritmo o es muy lento?

–Todavía no se ha cogido la velocidad de crucero y eso se demuestra al menos en algunas comunidades. Vacunas no están faltando y ahora nos llegan ya de tres tipos. No creo que la recepción de las vacunas vaya a ser un problema, pero en algunas comunidades todavía no se han puesto las pilas. Vemos cómo están Galicia o Asturias, que van francamente bien, independientemente del partido que gobierne, y otras que están por el centro del país que, teniendo una potencia enorme, están a la cola de la vacunación.

–¿Cuándo se podrá ver el efecto de las vacunas? ¿Influirán ya en esta tercera ola?

–Para ver tendencias significativas convendría tener vacunada al 30-40% de la población. Lo suyo es que estuviera el 70%. Este es un virus que se transmite muy bien y además cada día lo hace mejor y probablemente ha venido para quedarse mucho tiempo, pero teniendo al 70% de la población vacunada no encuentra la facilidad para propagarse.

–¿En qué estado se encuentra la vacuna en la que trabaja usted?

–Tenemos una vacuna que es novedosa. En el año 2000 fuimos el primer laboratorio del mundo que diseñó un sistema de ingeniería genética, llamado genética reversa, que es una herramienta para poder modificar cada gen del virus o quitarlo. Lo que hemos creado es un virus que deja de serlo porque ya no se puede propagar. Nuestra vacuna promete ser muy potente porque induce lo que llamamos una inmunidad esterilizante y esperamos que esté lista para finales de año.

–Visto el panorama, ¿los gobiernos son optimistas al decir que en el verano se podrá volver a una cierta normalidad?

–Creo que en el verano puede estar vacunado un 40% de la población. Eso tendría que limitar considerablemtne la diseminación del virus y desde luego aliviar estraordinariamente a los hospitales. Eso ya sería una hazaña. Que se haya vacunado el 70% supongo que llevará hasta el otoño. No es que hayamos resuelto todo el problema pero el virus claramente debería ir para abajo.