«Madrid da miedo; en Salas no eres un número: te conocen»
Susana Rodríguez volvió al pueblo en verano para huir de la capital y sueña con «poder instalarme aquí y teletrabajar. Hay una comunidad guay»
BELÉN G. HIDALGO
SALAS.
Lunes, 22 de marzo 2021, 01:50
No lo dudó un segundo. Madrid le asfixiaba. Así que nada más que su hijo Julio terminó los estudios, Susana Rodríguez y su marido, ... Antonio Sánchez, hicieron las maletas y regresaron al pueblo salense de Loreda. Ella es bióloga y él, informático. «Llegamos en verano y no volvimos. Madrid era horrible. Había tanta gente que no sabías dónde ir. Daba miedo», confiesa Susana, que espera que la semipresencialidad no les obligue a regresar.
Se instalaron en la casa de la familia en Loreda, pero una deficiente conexión a internet les obligó a articular un 'plan B'. «Cuando hacía mal tiempo no podíamos teletrabajar. Llegamos a subir al monte. Era gracioso, porque desde Madrid nos pedían hasta el encuadre para ver las vacas o los caballos», recuerda Rodríguez. Fue entonces cuando optaron por alquilar un estudio en la villa de Salas. «Tenemos fibra óptica y el niño también puede hacer los trabajos del instituto y hasta mantiene las actividades extraescolares con sus compañeros de Madrid», relata Susana, que confía en «poder instalarme aquí y seguir teletrabajando».
La integración ha sido plena. De hecho, confiesa Susana, su hijo dice «que Salas es como un pueblo de Playmobil» y defiende la calidad de los servicios, la proximidad del comercio y la hospitalidad de sus vecinos. «Hay una comunidad muy guay. Tienes de todo. Soy muy fan del comercio de aquí, porque no eres un número: te conocen. Todo tiene una carga emocional», asegura.
El único inconveniente, lamenta la bióloga, son las conexiones a internet, que castigan a los pueblos y obligan a concentrar a la gente en núcleos más urbanos. «Me consta el esfuerzo del Ayuntamiento, pero la Administración debe mejorar este aspecto si quiere cambiar la realidad de los pueblos».
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