La cadena Artiem quiere convertir el Bal en «el centro social de Asturias»

La cadena menorquina adquirió las instalaciones maliayas en diciembre de 2017 tras conocer su disponibilidad a través de su director general. Según explicó entonces Willy Díaz, director regional de la cadena en una entrevista a EL COMERCIO, su decisión estuvo marcada por su creencia de que «el norte de la Península es el futuro del turismo en España». «El sol y playa está muy quemado. Creemos que va mucho con los valores de nuestra empresa: la naturaleza, el deporte, la calidad de vida... Este hotel reunía todas las características», afirmó.

Con este objetivo, en las últimas seis semanas han llevado a cabo una importante remodelación. El Artiem del norte de España presentará a partir de ahora unas renovadas instalaciones que giran en torno al deporte, el bienestar y la vida sana. En esta línea, la cadena ha reformado el hotel para integrar tres áreas diferentes, además de las habitaciones: spa, zona deportiva y restaurante lounge. «Queremos convertir el hotel en el centro social de Asturias», aseguró Díaz.

Una de las principales novedades es la creación del Artiem Club, que permitirá a todos aquellos que sean miembros disfrutar de las instalaciones deportivas y de bienestar sin falta de reservar habitación. Tras la reforma, el hotel cuenta con un gimnasio de 150 metros cuadrados cuyo equipamiento se divide en tres áreas específicas. Han construido una piscina de 25 metros que mantendrán a una temperatura de 26 grados durante todo el año y se han certificado como 'cycling friendly', con el fin de atraer a los amantes del ciclismo. Su objetivo, según explican, es que «deportistas de alto nivel se preparen para sus competiciones en un entorno privilegiado».

Las obras también han permitido la ampliación del spa hasta los 500 metros cuadrados. El espacio ha sido equipado con circuito hidrotermal, cabinas de tratamientos y se ha incorporado una piscina de 36 grados con salida al exterior y una poza fría a 14 grados.

Por último, el hotel cuenta con tres salas de desarrollo y crecimiento personal. Estos espacios estarán dedicados a reuniones empresariales. «Nosotros estamos muy implicados con el desarrollo de nuestro personal y queríamos ayudar a otras empresas con un espacio donde poder reunirse», explicó Díaz. La nueva directiva ha decidido mantener la plantilla de treinta trabajadores que formaba parte del Bal cuando se llevó a cabo su adquisición. La cadena lleva seis años estando entre las 50 mejores empresas para trabajar en España según GPTW.

En lo que respecta a la satisfación de sus clientes, su objetivo este año era lograr un nivel por encima del 90%. Algo que, aseguraron, han conseguido. «Julio fue un poco más bajo de lo que nos esperábamos debido al tiempo, pero hemos cumplido con las expectativas», afirmaron.