Un matrimonio «discreto» que «nunca hizo mal a nadie»

En el concejo de Llanes, los vecinos podrían llenar páginas y páginas de los libros que Carmen Acebo tanto adora, alabando su figura. Bibliotecaria en la villa desde hace más de tres décadas, sus allegados la definen como una mujer «reservada y generosa», cualidades que hacen extensibles a su marido, Luis Carrera. Prueba de ello, dicen sus allegados, es la ayuda que el matrimonio, de unos sesenta años y sin hijos, le había prestado a José Luis Moldes, quien atravesaba dificultades económicas. La relación terminó este domingo en un intento de robo y una agresión que mantiene a la mujer en coma inducido en el HUCA.

Oriunda de la parroquia de Posada y criada en el barrio de San José de Llanes, Acebo es una «enamorada de su trabajo», indica la concejala de Cultura en el Ayuntamiento de Llanes, Marisa Elviro.

«Los libros y el archivo son su pasión», destaca. Tanto ella como su esposo, biólogo y «gran amante de la ornitología», son «personas que nunca le hicieron mal a nadie y que llevan una vida discreta, ordenada y tranquila», señala. En el mismo punto coincide María José 'Coté' Rodríguez, amiga de ambos. «Son personas sensibles y respetuosas con todo el mundo», ensalza. De Carmen Acebo destaca su «inteligencia» y su labor al frente del archivo municipal, que se encargó de actualizar. «Es atentísima con los usuarios de la biblioteca», añade.

Para su marido, «hombre benévolo y bondadoso, al juzgar a los demás», las últimas horas han resultado duras, pues hasta la pasada tarde no pudo visitar a su esposa en la UCI.

«Luis es una persona serena y justa, que siempre lucha por el interés general», indica Rodríguez, quien recuerda su preocupación por el medio ambiente y el urbanismo de Llanes. De hecho, colaboró con la Asociación de Vecinos y Amigos de Llanes (Avall) -si bien no llegó a ser miembro de la entidad-, ejerció como portavoz en Llanes de Seo-Birdlife y hace tres años formó parte del comité de expertos del plan general de ordenación (PGO) designado por el Ayuntamiento.

También en el año 2017, el estanco que regenta, que antes perteneció a su familia, sufrió dos robos en menos de un mes, incidente enmarcado dentro de una oleada de asaltos que sufrieron más establecimientos de la localidad de Posada.