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Urgente Se desata un incendio en un bloque de viviendas de La Corredoria, en Oviedo
Un adulto y un niño, en la zona desde donde se cayó el pequeño de tres años. FOTOS: XUAN CUETO

Muere el niño que se cayó desde más de seis metros cuando le hacían una foto en Covadonga

El pequeño, de tres años, era de Zaragoza | El Cabildo no prevé elevar la altura de las almenas para evitar que la gente se suba a ellas

LUCÍA RAMOS / ROSALÍA AGUDÍN

COVADONGA / OVIEDO.

Miércoles, 7 de agosto 2019, 04:32

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No pudo superar las graves lesiones que le ocasionó la caída desde una altura superior a los seis metros. Tras más de diecisiete horas luchando por su vida en los cuidados intensivos de la Unidad Pediátrica del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), el pequeño de tres años accidentado este lunes en Covadonga fallecía ayer, pasado el mediodía.

El suceso tenía lugar en torno a las seis y cuatro de la tarde del lunes, cuando el niño, que según varios testigos posaba para una foto en las almenas ubicadas junto a la entrada a la Santa Cueva, se precipitó desde lo alto de las mismas hasta unas escaleras que discurren por debajo y comunican el Gran Hotel Pelayo con la Casa de Ejercicios. El desnivel existente en el lugar es superior a los seis metros y el pequeño, originario de Zaragoza y que se encontraba acompañado por sus padres y su hermana, unos años mayor que él, quedó tendido en el suelo, sobre los escalones, inconsciente.

Los padres del niño estaban ayer por la mañana destrozados. Fuentes cercanas indicaron que durante algunas horas no pudieron ver al niño porque los especialistas le estaban realizando diversas pruebas en la UCI Pediátrica. De forma simultánea, los progenitores mantuvieron al menos dos reuniones con los facultativos y a la salida indicaron que el pequeño estaba en estado «crítico». No quisieron hacer más declaraciones porque el resto de su familia no estaba en ese momento al tanto de lo ocurrido.

Fue hacia mediodía cuando les comunicaron la fatal noticia. Fueron citados por los médicos, quienes les dieron todas las explicaciones. A los pocos minutos fuentes sanitarias confirmaron el fallecimiento del pequeño.

Conmoción en Covadonga

Mientras esto sucedía en Oviedo, a ochenta kilómetros de allí, en el Real Sitio donde tuvo lugar el trágico accidente, la conmoción era palpable entre los religiosos y trabajadores que estaban en la zona cuando se produjo la caída. Era el caso de uno de los profesionales sanitarios destinados en la zona, quien fue una de las primeras personas en acudir a las llamadas de auxilio de los testigos. «El niño estaba boca abajo, inconsciente. Se encontraban de visita en el lugar una pediatra y una enfermera que me ayudaron a voltearle y a ponerle las vías y suero para lograr estabilizarle, hasta que llegó el personal de la UVI móvil de Arriondas y se hizo cargo», relataba a EL COMERCIO. El pequeño fue trasladado poco después por el helicóptero medicalizado del Grupo de Rescate de Bomberos del SEPA hasta el HUCA, donde quedó ingresado en estado muy grave.

Tras varios años de servicio en Covadonga, durante los cuales le tocó asistir a los heridos del atropello múltiple sucedido en el verano de 2016 en el acceso al Santuario, el profesional sanitario que atendió en primer lugar al pequeño reconocía no haber visto nada igual a lo de este lunes.

Seguridad

El abad de Covadonga, Adolfo Mariño, apuntaba ayer que «no es habitual» que la gente se suba a las almenas para sacarse fotos e indicaba que desde el Cabildo no contemplan la opción de elevar las mismas al considerar que su altura es la «adecuada» y que los maceteros fijados al muro impiden a los visitantes sentarse sobre el mismo.

Sin embargo, algunos de los turistas que ayer se encontraban por la zona opinaban de forma diferente. «El muro parece demasiado bajo, aunque lo cierto es que siempre hay que estar muy pendiente de los niños», apuntaba Rafael Díaz, de Huelva. Y el catalán Ignasi Bargalló le daba la razón, señalando que «hace falta una protección más alta». Las madrileñas Paloma Sáez y Marisa González se expresaban del mismo modo, advirtiendo de que «un despiste es cuestión de segundos».

En el lado opuesto, Manuela de Diego, trabajadora en el Real Sitio, recalcaba que «influye mucho el descuido, pues esto -las almenas- lleva toda la vida así y nunca había pasado nada».

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