Mano dura contra de las aglomeraciones en Asturias

Durante semanas los medios nacionales han analizado los motivos por los que la pandemia tuvo una baja incidencia en el Principado, proyección que el lunes empañaron los aficionados al fútbol aglomerados en los bares de El Molinón, juntos y sin mascarilla. El presidente del Principado, Adrián Barbón, y la delegada del Gobierno, Delia Losa, se han conjurado para que la escena no se repita y se han impartido instrucciones al Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil y las Policías Locales. La consigna es hacer cumplir las normas de la nueva normalidad y tramitar la correspondiente denuncia a quien no lleve mascarilla en estas situaciones. La multa es de 100 euros.

«Estamos comprobando que una parte de la ciudadanía no tiene la conciencia ni responsabilidad suficiente para tomar las medidas establecidas, como el uso de la mascarilla o el respeto a la distancia de seguridad», recriminó Delia Losa. Por ese motivo el jueves tuvo una reunión con los mandos policiales y ayer otra con responsables de la Policía Nacional, Guardia Civil, la presidenta de la Federación asturiana de concejos (FACC) y las consejerías de Presidencia y Salud del Principado. El objetivo es «coordinar las actuaciones que vamos a llevar a cabo para incrementar el control de las medidas en la lucha contra la COVID», añadió.

Tras unos días de margen a la ciudadanía y actitud informativa, los agentes tirarán ya de multa. «La persona que cometa una infracción va a ser sancionada, por supuesto; se van a aplicar las leyes tal cual», advirtió Losa. La delegada reconoció haber tratado el asunto con Barbón. «Los dos coincidimos en la preocupación por lo sucedido en Gijón y La Arena», comentó, en referencia a la procesión marinera de San Juan.

Ambos episodios evidencian que aunque los partidos de fútbol se celebren a puerta cerrada y la mayoría de las fiestas o estén suspendidas o se desarrollan con pequeños formatos, «espontáneamente la gente se puede reunir y hay que planificar qué hacer», explicó la delegada del Gobierno.

De ahí que se haya pedido a los alcaldes que comuniquen los eventos o posibles aglomeraciones que se puedan suceder. «Hay que concienciar a las personas a nivel individual y a los sectores que en periodo estival realizan actividades que concitan la afluencia de personas», indicó.

Además de agentes más vigilantes y sancionadores, se procurará que en casos como el de El Molinón el espacio público cuente con vallas y señales que faciliten la separación de los aficionados.

Se trata de «incidir en que la gente tome conciencia; el virus sigue ahí, está muy fuerte y lo estamos comprobando en los distintos puntos de España aparecen focos», apeló la delegada del Gobierno. La COVID-19 «se difunde con mucha facilidad y aunque Asturias es una región privilegiada por políticas de sanidad, eso no nos hace inmunes», recalcó.

Policías locales, nacionales y guardias civiles ya se vieron en la obligación de cursar 19.918 propuestas de sanción por incumplimiento del estado de alarma en Asturias, cuando las multas mínimas a cada infractor eran de 600 euros en adelante.