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Algunos feligreses siguieron la misa de Los Remedios desde el exterior de la ermita de Porcía. A. A.

Devoción a la virgen en un Porcía sin alameda ni romería

El acceso al campo de la fiesta estuvo controlado por la Guardia Civil y la Policía Local; la misa en la ermita se mantuvo con una veintena de feligreses

ANDREA ARRUÑADA

EL FRANCO.

Miércoles, 9 de septiembre 2020, 00:05

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Con mucha nostalgia vivieron ayer los franquinos, y buena parte de los vecinos de los municipios cercanos, un día de Porcía donde el programa festivo quedó reducido al máximo. Apenas una misa íntima en la ermita de la localidad, fundada en 1612 por García de Valdepares, dio cuenta de la celebración de Los Remedios. El reducidísimo tamaño del templo solo permitió que una docena de feligreses acompañasen al párroco, Francisco Javier Fernández, en una misa que no perdió la esencia para aquellos que viven la fe. Otros tantos pudieron seguirla en vivo desde el exterior gracias a un sistema de megafonía que, de no ser por este año tan atípico, habría quedado eclipsado por el bullicio en la cercana alameda, cuyo acceso estuvo controlado por la Guardia Civil y la Policía Local. Además, el Ayuntamiento no había instalado las plataformas que permiten atravesar el río ni limpiado el campo de la fiesta.

Las tradicionales comidas campestres dieron paso a la intimidad de los hogares. «De nena venía desde Viavélez con toda la familia. Cuando me casé y vine para aquí, llevábamos todo para el prao para pasar el día», recordó la veterana Aurora Fernández, apenada porque «los tiempos están cambiando» y, en lugar del ajetreo de cada año, tocaba pasar el trago «muy sola».

Tampoco las franquinas de nacimiento y veigueñas de adopción, Isabel Oliveros y María Dolores García, fallaron a una cita en la que vuelven a sus raíces. Eso sí, con mascarilla y prudencia. «Sentimos mucha devoción y alegría al venir cada año. En otras circunstancias, nos faltaría tiempo para ir a la alameda», comentó Oliveros, que solo se perdió Los Remedios el día del nacimiento de su ahijado. A su lado, García relataba que ella ni siquiera se ausentó al ser madre. «Nació en julio y me escapé un rato por la tarde», bromeó en un «día triste» que quedará en el recuerdo de los que sienten esta romería.

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