Alex Schulz toca el cielo en Infiesto
El alemán recorrió, sobre la cuerda floja, el espacio entre Consistorio e iglesia | Fue su forma de agradecer a los piloñeses el premio del Memorial María Luisa que se llevó por el vídeo de una proeza similar en México
ENRIQUE CARBALLEIRA
INFIESTO.
Lunes, 7 de mayo 2018, 00:12
Para la mayoría de los presentes ayer en la plaza del Ayuntamiento de Infiesto, lo que estaban viendo constituía una proeza inédita. Sin embargo, para su protagonista, el equilibrista Alex Schulz, debió ser pan comido. El alemán recorrió un espacio de cerca de cincuenta metros -25 de ida y otros tantos de vuelta- sobre una cinta colgada de la torre del Consistorio, a unos diez metros de altura. La cita, aderezada por una jornada de sol y cálidas temperaturas, congregó a numeroso público en la zona.
El equilibrista acaba de vencer el certamen internacional Memorial María Luisa, en la categoría de vídeo, y la exhibición que llevó a cabo ayer fue una forma de agradecer a los piloñeses el galardón.
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Todo había comenzado medio en broma, medio en serio. El pasado viernes, Alex se subía al escenario de la Casa de Cultura de la capital piloñesa para comentar el vídeo ganador, que recoge un resumen de una de sus últimas proezas: cubrir los 217 metros que separan las torres Bancomer y Reforma, en Ciudad de México, sobre la cuerda floja. Entonces, uno de los organizadores del certamen piloñés, Román Benito, bromeó sobre la posibilidad de que Schulz hiciese alguna demostración en el concejo. Mientras el público reía la propuesta, Román insistió: «¿Cuándo? ¿El próximo mes?». Y Schulz no dudó: «¿Y por qué no este domingo?». Minutos después se anunciaba la cita que ayer tuvo lugar.
La demostración contó con varios elementos anecdóticos que añadieron color a un evento ya de por sí extraordinario. Así, antes de dar comienzo a su paseo en las alturas, Alex fue bendecido por el párroco de Infiesto, Manuel García Velasco, quien acababa de finalizar el oficio de la misa dominical. Además, al completar el viaje de ida hasta lo más alto del edificio consistorial, el mismo alcalde de Piloña, el socialista Iván Allende, le recibió y le hizo entrega de una bandera de Asturias, que Schulz colgó de su arnés para que ondease en la caminata de vuelta.
A mitad de camino, el deportista obsequió a los presentes con algunos ejercicios que hicieron aumentar la tensión: se colgó por una mano, se tumbó de espaldas sobre la cuerda e, incluso, balanceó la misma de un lado a otro. Pese a contar con la seguridad de un arnés, el frágil equilibrio de sus movimientos hacía que a muchos se les helase la sangre. Una vez cubierta la distancia hasta el punto de partida, el alemán no dudó en escanciar y degustar unos culinos de sidra, momento en el que recibió la fuerte ovación de todos los presentes.
Schulz se mostraba ayer «feliz» por el recibimiento en Piloña y en Asturias, y anunciaba su intención de volver a nuestra tierra, donde dijo sentirse como en casa. ¿Lo más difícil de la demostración? También en esto respondió con humor: «el momento de escanciar» el culín de sidra.
Récord mundial
La trayectoria del 'slackliner' cuenta con numerosas muestras de lo cómodo que se encuentra caminando en las alturas. En 2014 batió el récord mundial de 'highline' cubriendo una distancia de 375 metros, en China. En aquel entonces su cinta colgaba entre dos grandes barras de piedra caliza. Cuenta igualmente con un récord de 'waterline'. Otra de sus hazañas le llevó a cruzar una línea entre dos teleféricos y sobre un glaciar. La suya es una disciplina muy arriesgada y que precisa de unos nervios de acero. Alex explicó que durante estos paseos es capaz incluso de «relajarse y disfrutar del entorno». El secreto está en «respirar profundamente, andar lentamente y no tener miedo al fracaso».
Suena fácil, pero el numeroso público congregado ayer en Infiesto no parecía estar tan relajado como el protagonista principal. Todos suspiraron con alivio cuando Alex alcanzó su meta frente a la iglesia.