«Fue una agresión accidental», dice el acusado de atacar a sus vecinos en Llanes

El acusado de irrumpir en la mañana del domingo en una propiedad de Lledías, en Llanes, y atacar al matrimonio que reside en la casa ingresará este lunes en el centro penitenciario de Asturias tras prestar declaración durante cerca de dos horas ante la magistrada del juzgado de Llanes. Según explicó su abogada, ha reconocido los hechos, si bien apuntó que se trató de una agresión «accidental y fortuita». «Está en estado de shock y muy arrepentido», dijo la letrada, quien precisó además que la «máxima preocupación» del hombre es la salud de la víctima, en coma en el HUCA.

J. L. M. O, de 50 años y vecino del mismo pueblo, accedió presuntamente a la finca donde se levanta la vivienda de C. A. G. y L. C. B., en una zona boscosa en la entrada a Lledías desde Posada. Lo hizo, según fuentes cercanas a la familia, con el ánimo de robar a sus vecinos, que ya le habían prestado ayuda económica en otras ocasiones, pues atravesaba dificultades tras emprender un negocio de recreativos fallido en el centro de Posada.

El hombre, encapuchado, se ocultó en un cobertizo y, al salir la propietaria a comprobar el origen del ladrido de los perros, se abalanzó sobre ella armado con una maza. Con ese instrumento la golpeó en la cabeza, provocando que cayese y recibiese otro impacto contra un electrodoméstico. El marido, alertado por los gritos de ella, acudió al lugar del ataque y durante el forcejeo con el asaltante logró despojarle del pasamontañas, descubriendo así de quien se trataba. El agresor huyó de inmediato y, tras cuatro horas fugado, se entregó en el cuartel de la Guardia Civil de Llanes pasadas las dos de la tarde.

La mujer se encuentra ingresada en el HUCA, en «extrema gravedad» y «coma profundo» por los golpes recibidos en la cabeza, según indican desde su entorno. El marido, por su parte, fue asistido en el ambulatorio y no requirió de hospitalización. El suceso ha generado conmoción en el concejo de Llanes, donde la pareja es muy conocida, ya que ella es desde hace más de tres décadas bibliotecaria en la villa y él regenta un estanco en Posada.