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Urgente «Cuando llegué abajo y vi las llamas, se me vino el mundo encima»
En la plaza Venancio Pando de Arriondas se concentraron doscientos vecinos y ribereños.

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En la plaza Venancio Pando de Arriondas se concentraron doscientos vecinos y ribereños. FOTOS: XUAN CUETO

«Estamos con el corazón encogido cada vez que el río sube, habrá más inundaciones»

Doscientos ribereños se concentran en Arriondas para exigir las obras de protección de la villa parraguesa y limpiezas en los cauces

GLORIA POMARADA

ARRIONDAS.

Miércoles, 1 de diciembre 2021, 01:03

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El último episodio de inundaciones en la cuenca del Sella ha sido la gota que ha colmado el vaso para los ribereños, cansados de esperar por las obras de protección de Arriondas y de exigir la limpieza de los ríos. Ese «hartazgo» fue el detonante de una concentración «espontánea» que reunió ayer a doscientos vecinos ante el Ayuntamiento de Parres, donde reclamaron soluciones a un problema que arrastran desde hace once años, cuando la gran riada de junio de 2010 anegó la villa y más zonas de la cuenca.

«Once años viviendo con miedo y sin respuestas es demasiado tiempo», expresó María Lorente durante la lectura del manifiesto. «La población está con el corazón encogido cada vez que el caudal aumenta unos centímetros», lo que provoca en la ciudadanía una «angustia ante la certeza de que va a volver a ocurrir». Por ello, ante los manifestantes afirmó que «es el momento de que exijamos respuestas».

En Arriondas siguen a la espera de la ejecución de las obras de 17 millones diseñadas para proteger la villa, unos trabajos que este año daban pasos hacia su materialización con la firma del convenio entre el Gobierno central, el Principado y el Ayuntamiento. También está ya en licitación la fase correspondiente al ministerio, de 12 millones de euros. Sin embargo, entre los vecinos se extiende el malestar por una promesa que no acaban de ver cumplida, mientras sus negocios y viviendas siguen inundándose. «Estamos condicionados y mete miedo porque tenemos la psicosis de la otra vez», expresó Carmen Iglesias, vecina del Tocoti, uno de los barrios más afectados, donde se ubican además el colegio y el instituto.

Los manifestantes lanzaron también críticas contra la ubicación del hospital, que el pasado miércoles tuvo que ser evacuado por tercera vez en su historia. Afearon en ese sentido las palabras del presidente, Adrián Barbón, quien afirmó que en el momento de la construcción del Grande Covián los terrenos no estaban considerados como inundables al no existir tal «definición».

Adecuación en Triongu

Además de las obras de protección de Arriondas, los ribereños exigieron actuaciones en los cauces. «No nos creen cuando decimos que hay que limpiar el río», lamentó el alcalde pedáneo de Triongu, Ángel Martínez, quien animó a constituir una plataforma para reclamar soluciones. En el tramo del Sella que pasa por el pueblo cangués, explicó, la confederación sí efectuó una «medio limpieza», pero a fuerza de «pelear». «Hay que solucionar los problemas burocráticos y actuar de verdad», dijo. Jaime García lamentó por su parte que «Confederación y todos son muy lentos, no aterrizan las soluciones». Reclamó asimismo el saneamiento del pueblo.

En el acto de protesta participaron desde vecinos de Arriondas a hosteleros, comerciantes o clubes deportivos, así como habitantes de Triongu. Todos ellos insistieron en que la concentración fue convocada de forma espontánea y al margen de partidos políticos. No descartan que las movilizaciones continúen.

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