«Si llega a ser otro día con más gente, el coche arrasa»
Una de las heridas del atropello de Cangas de Onís, una niña de 14 años, sigue hospitalizada por la fractura abierta en una pierna
G. POMARADA
CANGAS DE ONÍS.
Martes, 29 de agosto 2023, 02:22
En Cangas de Onís aún respiran con alivio al recordar la desgracia evitada en la tarde del domingo, cuando un coche invadió la acera en pleno centro de la ciudad, arrollando peatones a su paso. Tres de ellos tuvieron que ser trasladados al Hospital Grande Covián de Arriondas por fracturas y cuadros de ansiedad. Ayer, una niña de 14 años permanecía ingresada, ya que su herida por fractura abierta en una pierna fue la de mayor gravedad.
La Policía Local de Cangas de Onís, por su parte, continúa con la instrucción del accidente, de su competencia por tratarse de núcleo urbano. La hipótesis sigue siendo que el conductor del turismo, un vecino de un pueblo cangués de 55 años, sufrió un ataque epiléptico y perdió el control del vehículo.
Un «domingo tranquilo»
Quiso la fortuna que los hechos se produjesen en un «domingo tranquilo», con mal tiempo y sin apenas viandantes en la avenida Covadonga, arteria principal de la capital canguesa donde se concentran establecimientos hosteleros, alojamientos y tiendas de recuerdos. «Si llega a ser otro día con más gente y con cola, arrasa», expresó Covi Fernández, quien trabaja en la heladería junto a la cual fue a empotrarse el vehículo. «Estaba despachando, vi que venía el coche y les dije a unas crías que se apartasen. Fue tremendo», rememoró. Precisó además que el turismo «no venía deprisa». Del momento posterior al accidente recuerda que «se montó un griterío» y que «impresionaba mucho».
«Fue un susto», apuntó José Manuel Martínez, quien regenta la tienda situada junto a la heladería. Fue precisamente por la acera aledaña a su negocio por donde entró el turismo. «Venía circulando y lo vi entrar por la acera», indicó. En su escaparate se llevó además por delante expositores y enseres a la venta, daños que aún no ha cuantificado. Lo peor, subrayó, fue «ver a la gente dolorida».
Los testigos del siniestro explicaron que los heridos que se llevaron la peor parte pertenecían a una misma familia de turistas procedentes de Canarias, integrada por dos parejas y sus hijos. En el momento de la invasión del coche, todos ellos se encontraban en la acera.