«Llevar las andas de la Virgen es un honor y una responsabilidad muy grande»

-Enhorabuena por el reconocimiento. ¿Qué tal sienta?

-Muchas gracias. Pues sienta genial, recibí la noticia con mucha alegría, la verdad. Llevo ya muchos años como costalero y algo así hace ilusión, sobre todo porque son tus propios compañeros quienes te eligen. así que estoy encantado de la vida. La única pega es la pandemia, pues por su culpa vamos con retraso, porque la elección la hicieron durante la cena de Navidad que celebramos, como cada año, en diciembre de 2019 y el acto de entrega tendría que haber sido en mayo de 2020, pero estábamos confinados. Aún así, la ilusión es la misma.

-¿Qué supone un galardón como esta para alguien del bando?

-Uf... Es una ilusión enorme, una alegría... Es un orgullo tan especial el que se siente con un detalle de estos, especialmente en mi caso, que tengo muchísima fe desde siempre, que no sé ni cómo explicarlo con palabras.

-¿Cuánto tiempo lleva ejerciendo como costalero? ¿Es una labor difícil?

-Entré de costalero en 1999, por mediación de Enrique 'Quiqui', que es uno de los veteranos. No es un trabajo especialmente difícil, pero sí que tenemos que estar coordinados y bien organizados. Para ello celebramos una reunión antes de la procesión en la que se reparten los diferentes turnos turnos, así cada uno sabemos qué tramo nos toca. Luego es cuestión de coger el paso que marca el tambor. No podría estar más contento de forma parte de este grupo, somos unos sesenta y nos llevamos todos genial, hay muy buen ambiente.

-¿Se vive de otra forma la procesión siendo costalero?

-Sí, claro; no tiene nada que ver. Es una experiencia completamente diferente, no solo porque vas debajo de la Virgen, con lo que ello supone a nivel personal, también porque lo ves todo desde otro punto de vista. Ves a la gente emocionada al paso de la procesión, muchos incluso llorando. Llevar las andas de la Virgen es un auténtico orgullo, un honor, pero también una responsabilidad muy grande porque todo el mundo te está mirando y tienes que comportarte, hacerlo lo mejor posible. Da respeto.

-¿Cuáles son sus primeros recuerdos de la Guía?

-Pues soy del bando casi desde la cuna, ya que aunque soy natural de Niembro, mi familia siempre me llevó a las fiestas. Recuerdo que me llamaba mucho la atención porque estaba acostumbrado a las procesiones del pueblo, acompañadas por un gaitero, y de pronto ver a tantísima gente, a la banda de música... Las primeras veces me quedaba alucinado. Y por la noche, con todo iluminado, las mantillas... Es espectacular.

-Este es, de nuevo, un año extraño.

-Sí, es cierto que se hace muy raro y, sobre todo, es triste. Y es que, al final, aunque tengamos a la Virgen ahí y podamos ir a verla durante todo el año, estos días son diferentes, hacen que todo sea mucho más emocionante. El Día Grande es muy guapo y dos años seguidos sin fiesta se hace duro para todos porque tenemos muchas ganas ya de ver la procesión, de estar con tu gente, de disfrutar del ambiente que se crea... Se echa todo en falta.

-¿Cómo va a celebrar usted este 8 de septiembre?

-Pues iremos a misa y luego a comer por Llanes con la familia y, como no hay más actos, nos quedaremos a tomar algo por la villa para pasar el día y poco más. Al final, por lo menos, sí que mantendremos la tradición de juntarnos la familia para que, dentro de lo que cabe, sea un día especial.