Una obra de «artesanía» en el desfiladero de la Hermida
La ampliación de la carretera N-621 entre Panes y Castro Cillorigo avanza «en plazo», con la apertura esta semana de 600 metros
Gloria Pomarada
Panes
Viernes, 21 de julio 2023, 01:36
Es la obra de mayor envergadura en carreteras del oriente desde la construcción de la A-8 y también la más singular, pues ampliar ... los 17,2 kilómetros del desfiladero de la Hermida entre Castro Cillorigo y Panes supondrá una inversión final de 78,3 millones de euros. No solo en lo económico es peculiar el proyecto de la N-621, vía que une Asturias con la zona cántabra de Liébana y que discurre encajada entre el cauce del Deva y los Picos de Europa. La protección medioambiental del entorno y la escasa anchura de la carretera -con tramos que van de los 6 a los 3,5 metros- hacen que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana la califique como una obra de «artesanía» y «pura estructura». «Hay que adaptarse al terreno, podemos estar haciendo muros en determinados puntos, en otros voladizos y en otros viaductos», explica Rosendo Martínez, jefe de la Demarcación de Carreteras del Estado en Cantabria.
Tras construir cuatro puentes en una fase anterior, en cada uno de los siete subtramos que se abordan en la obra actual se han diseñado soluciones a la medida, con el fin último de mejorar la seguridad. «Había un problema de seguridad vial y de confort de los usuarios. Se producían retenciones y problemas cuando se cruzan camiones, autobuses o caravanas que suben de turismo a la zona de Liébana», evidencia el jefe de la Demarcación. Pese a que la ampliación permitirá llegar a una anchura mínima de tres metros en cada uno de los carriles y un metro de arcén, en ningún caso se aumentarán los límites de velocidad, que se mantendrá en los 40 kilómetros por hora. También se instalarán elementos frente a los movimientos de ladera, como malla de triple torsión reforzada con corsé de cables, bulones, pantallas dinámicas y muros de detención.
Más allá de las propias estructuras, la obra es compleja por el hecho de que el tráfico sigue circulando mientras avanzan los trabajos, adjudicados a la empresa gallega Puentes y Calzadas. «No hay alternativas de desvío», recuerda Martínez. A la ecuación se añade que por el desfiladero de la Hermida se accede a una de las zonas más turísticas de los Picos de Europa y que la intensidad media diaria de vehículos es de dos mil. «Tenemos que ser muy cuidadosos con todos los aspectos que marca Medio Ambiente y con los ciudadanos, para que la afección al tráfico sea la mínima», abunda.
El aspecto medioambiental tampoco es menor en el desfiladero de la Hermida, con soluciones diseñadas a nivel de detalle. Un ejemplo: en un tramo donde existe una toba kárstica, la calzada se ajusta a esa formación, que será debidamente señalizada. Los guardarraíles son además de acero corten para guardar armonía con el entorno.
Por Peñamellera Baja
Los trabajos, que avanzan «en plazo», cuentan con un plazo de ejecución de 48 meses, lo que sitúa las previsiones de finalización del Ministerio en la primavera de 2026. Actualmente las obras se desarrollan en tres tramos y entre ayer y hoy han procedido a abrir 600 metros. La intención pasa por poner en servicio otros 600 a finales de agosto y en esas mismas fechas otros 300 en la parte asturiana. Según explica el jefe de la Demarcación, «de aquí a final de año estarán trabajando en otros 2,5 kilómetros». De ese modo, a finales del ejercicio en curso estarán listos más de 4 kilómetros entre las dos comunidades.
En la parte asturiana, son 8,5 los kilómetros objeto de mejora, todos ellos en el concejo de Peñamellera Baja.
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