Preocupación en la playa llanisca de Andrín por una víbora instalada en la bajada al arenal
El reptil lleva casi un mes en la zona, que ha sido cercada, pero los vecinos prefieren que sea trasladada a otro lugar más seguro
Los usuarios de la playa llanisca de Andrín cuentan desde hace unas semanas con una peculiar vecina. Desde hace «casi un mes», una víbora se ha instalado entre la vegetación de uno de los laterales de la bajada al arenal, para sorpresa de parroquianos y visitantes. Según explica la presidenta de la junta vecinal, Montse Quesada, tras los primeros avistamientos dieron aviso tanto al Ayuntamiento de Llanes como al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, puesto que se trata de una especie protegida. «Vinieron y estuvieron estudiando la zona pero finalmente decidieron poner una especie de cercado y la dejaron allí», apunta.
«La vemos prácticamente a diario y todos los vecinos tienen fotos y vídeos de ella, ahora es como la atracción de la playa», explica Quesada. Reconoce que hasta el momento no hubo ningún problema con el animal, que no parece agresivo, pero teme que pueda pasar algo dada la cantidad de bañistas que la playa de Andrín recibe a diario. «Está justo por donde acaba el murete de piedra, donde mucha gente para a quitarse la arena y aunque ahora está vallada, siempre tienes la incertidumbre de que pueda hacer un incidente», indica. Por este motivo, los vecinos son partidarios de que la víbora sea trasladada a otro lugar más seguro. «Sería mejor para la gente, pero también para ella, porque estando ahí alguien podría hacerle algo», apostilla.
