La cordillera suma 370 osos y crece el paso de Asturias a Galicia
El Principado pide a los habitantes de las zonas de asentamiento que vean a la especie «como elemento de desarrollo y de identidad»
Unos 370 ejemplares; es el dato que arroja el último censo realizado en la cordillera cantábrica sobre la evolución de la población del oso pardo en las comunidades de Asturias, Cantabria, Castilla y León y Galicia. En detalle, se estima que hay 210 machos y 160 hembras, distribuidos entre la subpoblación occidental (250) y la oriental (120). Este muestreo denota una estabilización de la presencia en el occidente y constata el incremento en el oriente de la cordillera, donde los cálculos previos rondaban los 50 ejemplares. Es más, el director general del Medio Natural y Planificación Rural, David Villar, dijo este martes en León que «la conexión con Galicia es cada vez más efectiva; queda mucha zona por comunicar en la que se verán muchos ejemplares en el futuro».
Esta consolidación de la subpoblación occidental se determina con la presencia dos tercios del censo total de osos de la cordillera, que ha permitido su expansión hacia las provincias de Lugo y Ourense; así como a la zona norte de Zamora. Además, el crecimiento constatado en la oriental supone un resultado «muy satisfactorio», ya que su presencia estuvo próxima a la extinción hace apenas 30 o 40 años.
El censo
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370 ejemplares en toda la cordillera
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250 ejemplares se concentran en la zona occidental de la cordillera
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131 ejemplares en Asturias
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Por sexos: 210 machos y 160 hembras: ésta es la distribución de la población de la especie.
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16.700 kilómetros cuadrados muestreados para redactar en nuevo centro.
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1.200 muestras recogidas en todo el territorio, 237 de ellas, en Asturias.
El crecimiento y la mejora del estado de conservación de las poblaciones de oso pardo en la cordillera «hacen imprescindible continuar trabajando de forma coordinada en favor de la coexistencia de estos animales con las actividades humanas», mediante la adecuada compensación de los daños ocasionados por la especie, principalmente en asentamientos apícolas, y la reducción de conflictos. En este sentido, se prestará especial atención a la aproximación de los plantígrados a los entornos urbanos. «Los habitantes -de las zonas de asentamiento- tienen que ver al oso como un motor de desarrollo, como una oportunidad de luchar contra el despoblamiento y como un elemento de identidad local y regional», señaló David Villar.
El director general del Medio Natural y Planificación Rural, junto con sus homólogos de Castilla y León, Cantabria y Galicia, presentó este censo que se ha realizada mediante técnicas genómicas, con muestreos tras la recogida de tejidos (excrementos y pelos) a lo largo de todo el territorio. La técnica que se ha utilizado es la menos invasiva y la más indicada para especies amenazadas, puesto que no precisa de capturas físicas para marcaje.
Por lugares
En el número de especies halladas en cada zona, Galicia ha registrado 11 ejemplares de macho; Asturias cuenta con 131 osos; y Cantabria tiene 31 ejemplares. En Castilla y León, la provincia de León registra la mitad del total de ejemplares datados con este estudio. León cuenta con 108 plantígrados en la zona occidental -especialmente en Laciana- y 89 entre el oriente de León -Mampodre y Riaño- y la Montaña Palentina. En total, el 53% del total se localiza en el entorno de la provincia leonesa.
En Asturias han declarado este informe como «un día de celebración» por consolidarse la recuperación de una especie. «Era una rareza tener osos y ahora es una atracción para turistas y un medio de vida en el rural». 80 personas intervinieron en la investigación en el Principado para arrojar unas cifras que permiten decir que «el oso, que estuvo muy crítico, se ha recuperado» aunque apremian por mejorar las cifras de densidad de población en una zona «apta para su desarrollo».
