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El consejero de Salud del Principado, Pablo Fernández, ayer, en su despacho tras concluir la reunión del Consejo de Gobierno. PIÑA
Pablo Fernández: «Si seguimos en esta situación, la cena de Nochebuena tendrá que ser solo con los convivientes»

Pablo Fernández: «Si seguimos en esta situación, la cena de Nochebuena tendrá que ser solo con los convivientes»

Pablo Fernández Consejero de Salud ·

«Hay que tomar medidas drásticas, con antelación y coordinadas en todo el país»

LAURA MAYORDOMO

GIJÓN.

Sábado, 7 de noviembre 2020, 00:54

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«No sé si soy optimista o pesimista. Lo que sí soy es muy consciente de la dificultad de todo esto», responde Pablo Fernández (Avilés, 1966) cuando se le pregunta por el futuro más inmediato respecto a la incidencia de esta segunda ola de la pandemia. Su máxima está clara: «A mayor incertidumbre, mayor prudencia. De ahí que a veces tomemos decisiones demasiado duras o que no se comprenden, porque se toman con mucha antelación». La última, la de pedir el confinamiento de la población. Sin el necesario respaldo legal del Estado, la opción ha sido pedir el autoconfinamiento de los asturianos.

-574 contagios en un solo día. ¿Está el virus absolutamente descontrolado en Asturias?

-Hay mucho virus circulante entre la población. Hace tiempo que hemos pasado el umbral de riesgo muy alto.

-¿Qué interpretación hace de lo sucedido desde el verano, cuando estuvimos casi un mes libres de coronavirus, hasta hoy?

-La dinámica de la incidencia en Asturias es muy similar a la de otros países de Europa. Estuvimos durante un tiempo con unos niveles bastante bajos, cuando en el resto de las comunidades había aumentos importantes al final del verano. Aquí ese aumento se dio más tarde, pero con un crecimiento exponencial.

-¿La explicación?

-Hay muchas cosas que aún no conocemos, desde el punto de vista de la propia biología y la epidemiología del virus. ¿Por qué en Asturias hay un comportamiento más parecido al de Holanda o Reino Unido? No lo sabemos explicar. La cuestión es que ante este aumento exponencial, todos los países están teniendo respuestas contundentes y Asturias también.

-22 muertos en un día, el pasado jueves. ¿Será nuestro techo?

-Es un registro muy preocupante. A más personas que estén contagiándose, más personas están siendo hospitalizadas, más personas están yendo a las UCIs y más personas están falleciendo.

-Las de las últimas 48 horas son las mayores cifras de muertos y contagios desde el inicio de la pandemia en Asturias. Asustan.

-Tienen que preocuparnos. No podemos acostumbrarnos a estas cifras.

-Cierres perimetrales, toque de queda ampliado, suspensión de la actividad no esencial... Ya no quedaba más que el confinamiento. Pero el Gobierno dijo que no. ¿No les ha quedado más que callar y aguantar?

-El servicio de epidemiología nos advirtió de que la tendencia era muy preocupante y sobre todo de la velocidad de ese cambio de tendencia. Decidimos tomar las medidas para las que tenemos competencias y solicitar al Estado el confinamiento domiciliario, que creemos necesario. Es una medida extrema, está claro. El ministerio, con una visión más global de país llegó a la conclusión de que debemos esperar a ver el efecto de las medidas en marcha. Seguimos con esa preocupación pero esperemos que las medidas sean suficientes para evitar el crecimiento de casos. Necesitamos bajar la incidencia, no nos sirve con estabilizarla.

-¿Se arrepiente de haber elevado esa petición?

-Nunca me he arrepentido de hacer caso a nuestros técnicos. En esta ocasión, tampoco.

-¿Cuándo desde el ministerio dicen que esto no es una competición a ver quién toma la medida más dura cree que no se están tomando suficientemente en serio la situación de Asturias?

-Estoy de acuerdo. Esto no es una competición. Es una cuestión en la que tenemos que ir muy bien coordinados. En las reuniones del consejo interterritorial del sistema nacional de salud siempre insistimos en que se tomen medidas drásticas, contundentes y con antelación en todo el país. Esta pandemia es algo muy grande y pelear desde una administración limitada, como una comunidad autónoma, no sirve. Hay que actuar conjuntamente.

-Salvador Illa ha dicho que hay que esperar dos o tres semanas para ver si es necesario confinar a la población. ¿Teme que sea demasiado tarde?

-Se está monitorizando continuamente la situación. El ministerio está teniendo reuniones bilaterales con las comunidades además de la del consejo interterritorial, mínimo una vez por semana. Luego, si hay que tomar una medida más contundente, estoy seguro de que no se va a esperar un tiempo predeterminado. Se actuará en función de esa monitorización diaria que se está haciendo.

-El Principado pide el autoconfinamiento de la población...

-El objetivo es que las personas se queden en sus casas. Que salgan solo para trabajar, estudiar o adquirir alimentos o productos básicos. Decidimos que el resto de las actividades cesen durante quince días para reducir la movilidad. Sabiendo que un confinamiento puro y duro tiene sus efectos, planteamos que todas las personas, especialmente las más vulnerables, hagan ejercicio físico a diario, aunque solo sea un paseo. Para ello proponemos unas franjas horarias, como las que tuvimos en su día.

-... pero no habrá una norma que lo imponga. ¿Le puede eso restar fuerza?

-Es obvio que al no tener la capacidad de dictar esa norma no va a tener el mismo seguimiento que en la primera ola.

-¿Usted vive autoconfinado?

-Yo hago lo que estoy pidiendo. Salgo para trabajar y para comprar alimentos. Poco, porque la verdad es que estoy poco en casa.

-¿Está el sistema sanitario en estado crítico?

-Está en una situación de muchísima tensión, de una manera similar a la que tuvimos en la primera ola.

-¿No ha cambiado nada?

-Tenemos algunas ventajas. De entonces a ahora nos hemos estado preparando en cuestiones que vimos que eran clave. Hemos adquirido un número importante de respiradores. Tenemos también muchos más profesionales contratados. El número de camas de UCI que teníamos antes de la pandemia ya están todas ocupadas pero tenemos un número superior, hasta 240, en disposición de ser utilizadas. El porcentaje de ocupación sobre esa capacidad máxima está en estos momentos en torno al 50%.

-¿En total o solo con pacientes covid?

-Con pacientes covid. Eso nos preocupa. Porque también tenemos pacientes no covid. Seguimos operando a pacientes con cáncer, haciendo trasplantes, atendiendo otro tipo de urgencias vitales y otro tipo de patologías que no podemos demorar. En resumen, el sistema de salud está siendo sometido a una tensión enorme. En Asturias tenemos la suerte de tener un sistema público bastante bien cuidado desde hace años. Si no fuera así no sé cómo estaríamos ahora mismo. El envejecimiento de la población es mucho mayor que en la mayoría de las comunidades y, con una misma incidencia global, el número de hospitalizaciones en Asturias es mayor. Y el de críticos, igual. Porque aquí, independientemente de la edad y de si vives en tu domicilio o una residencia de mayores, las personas que necesitan hospitalización se hospitalizan y las que necesitan estar en la unidad de críticos están en ella.

-¿Cuál es la tasa de incidencia acumulada en mayores de 65 años en los últimos catorce días?

-574 casos por 100.000 habitantes. Por encima de 150 se considera riesgo muy alto.

-El personal está exhausto. Lo peor, dicen, es la incertidumbre.

-La incertidumbre es un factor que moralmente afecta mucho y eso se refleja incluso en lo físico. Nuestro objetivo es empezar a bajar la tasa de incidencia sin que ésta llegue a estar tan alta como han estado otras comunidades.

-¿A qué distancia estamos del colapso sanitario?

-Espero que no llegue a haberlo en ningún momento, para eso estamos trabajando y se han adoptado medidas. El colapso es una amenaza en los sistemas sanitarios de todo el mundo. Si hago bien mi trabajo, eso no ocurrirá.

-Al final vuelve a instalarse el H144 en el recinto ferial. ¿Esta vez entrará en funcionamiento?

-A principios de semana estará ya operativo, pero esperemos que, como la otra vez, no haga falta utilizarlo. Será buena señal.

-¿Con qué personal?

-Ya tiene unos médicos y enfermeras que se encargan de la coordinación. Si se llega a utilizar, hay categorías, celadores y técnicos de cuidados auxiliares de enfermería, en las que no hay escasez en las bolsas y se podrá contratar. En otras, como médicos y enfermeras, se solventará con un sistema de voluntarios, mediante una ampliación de la jornada habitual.

-¿Y los hospitales privados, ya se ha llegado a un acuerdo para que colaboren también ahora?

-Desde la gerencia del Sespa se está en conversaciones con ellos y creo que sí, que se llegará a un acuerdo sin problema.

-¿Qué pasa con el resto de pacientes que no son covid?

-La atención a los trasplantes, los problemas oncológicos y otros problemas de gravedad tenemos que seguir garantizándola. Pero cuando estás teniendo muchas personas con una enfermedad nueva, con cuadros graves y que necesitan hospitalización hay que priorizar estas patologías frente a las que son menos graves.

-¿Se desbocarán las listas de espera?

-Va a tener repercusión, sin duda. No me preocupa tanto el registro de las esperas como que las personas que están pendientes de una intervención vayan a tardar más en ser operados. En cuanto tengamos capacidad de atenderlos tendremos que volcarnos con todos los recursos.

-¿Hay visos de que mejore la situación en Atención Primaria?

-Los profesionales de Primaria están absolutamente volcados, realizando una labor encomiable. Ahora estamos muy preocupados por las UCIs, pero la tensión en Atención Primaria nunca ha desaparecido.

-Anunciaron un 'call center' para agilizar la atención telefónica de los centros de salud. ¿Cuándo estará operativo?

-El 16 de este mes.

-¿Cómo será la cena de Nochebuena este año? ¿Nada de cuñados?

-(Risas). Ojalá cambien las cosas y en Nochebuena estemos mejor. Pero si seguimos en la situación, en la que estamos la cena de Nochebuena tendrá que ser solo con convivientes. No podría ser de otra manera.

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