«El gran problema de los Picos de Europa son las comunicaciones»

Pablo Villabrille (Oviedo, 1982) es el teniente responsable del Grupo de Rescate e Intervención de Montaña (Greim) de Cangas de Onís y coordina a medio centenar de efectivos en la demarcación de la Cordillera Cantábrica.

-En verano se producen un mayor número de rescates.

-Es cuando hay más practicantes en entornos naturales. Cuantas más personas hay, más posibilidades de que se produzca un accidente. Una gran parte no tiene la formación ni han realizado una adecuada planificación de la actividad, son los que potencialmente tienen más posibilidades de sufrir un accidente y necesitar a los servicios de emergencia.

-¿A qué se debe?

-La mayor parte de los accidentes de verano se dan en actividades técnicamente poco complejas, como el senderismo o montañismo, pero que por falta de previsión llegan a ser actividades peligrosas porque se desorientan, se meten en cortados y sufren caídas donde un error se paga caro, como en la ruta del Cares.

-¿Y en la época invernal?

-En invierno hay menos practicantes y la cualificación media es mayor. El número de practicantes es menor, pero están bien formados y asesorados. Los practicantes que hay son de actividades más técnicas, como la escalada o el barranquismo. Suelen ser deportistas que ya tienen una formación, están asesorados por gente que cuenta con más experiencia o contratan los servicios de un guía profesional.

-¿Son rescates más complicados?

-Potencialmente tenemos muchos menos rescates en invierno, pero técnicamente son más complicados para nosotros.

-¿Son peligrosas las montañas asturianas?

-No lo son, nosotros las hacemos peligrosas. Las monatañas pueden ser más o menos técnicas en función del nivel de cada persona.

-¿Qué recomendaciones hace?

-Además de la planificación, desaconsejamos que una persona vaya sola a la montaña. En caso de un accidente, no va a poder avisar. La toma de decisiones en una situación complicada va a ser más racional si no estás solo. Es importante decirle a alguien de confianza la ruta que tienes pensado seguir y los horarios para que, en caso de que no se cumpla y no se localice a la persona, saber por dónde comenzar la búsqueda.

-¿Cómo son los Picos de Europa?

-Tienen una orografía que hace que sean especialmente técnicos y complejos en determinadas circunstancias. En lo que se refiere a lo escarpado de estas montañas, hay pocas en España con esos desniveles totales. Además, la roca caliza no te da en algunos sitios la posibilidad de ir marcando un sendero. Muchas veces el problema que se encuentra la gente es que está haciendo una ruta más o menos marcada y en un momento dado pierden el sendero. La meteorología es muy cambiante y limita la capacidad de orientación muchísimo, por ejemplo, cuando se mete la niebla.

-¿Qué es lo que dificulta los rescates en los Picos de Europa?

-El gran problema que nos encontramos son las comunicaciones. Al contrario que a otros grupos de rescate que les llega la información más detallada sobre la ubicación del accidentado, los antecedentes y la situación, aquí lo que más ansiedad genera es la incertidumbre. Esa incertidumbre viene generada porque en otros macizos es la propia persona quien puede llamar a los servicios de emergencia, tiene cobertura y te da una información detallada. En muchas ocasiones, lo que nos llega a nosotros es información muy sesgada.

-¿Existen puntos negros?

-No. Lo más técnico que hay es el ala oeste del Naranjo de Bulnes y son anecdóticos los rescates que hay allí.

-¿Cómo es el protocolo de actuación?

-Una vez que entra el aviso, nos coordinamos con el Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA). Si la condiciones son de buena meteo, esa emergencia la suele atender el 112 con su helicóptero medicalizado porque es lo más rápido. Cuando no es posible la evacuación inmediata con medios aéreos por la mala meteorología o porque es de noche, hacemos las batidas, búsquedas o rescate por el terreno con lo que ello conlleva. Es mucho más tedioso tanto acercarse al lugar del rescate como la evacuación.

-¿Cuál ha sido el servicio más complicado que recuerda?

-Por la complejidad de la coordinación y lo trágico del desenlace, el rescate de tres escaladores en el Pico Jiso. Estaban haciendo una actividad de escalada estival. Eran dos hombres, guiados por un montañero más experto. La madre de uno de ellos no nos podía precisar dónde se encontraban. Esa tarde se presentó una fuerte borrasca, se tuvieron que retrasar las labores para encontrarlos 48 horas y hasta cuatro días para poder sacar los tres cadáveres. No es habitual que en un accidente en la escalada fallezcan todos los componentes del grupo.

-Tambien realizan funciones propias de la Policía Judicial.

-Cuando las unidades de Policía Juicial no pueden acceder a los lugares para la confección de atestados, entre los que se incluye la inspección ocular. También hacemos un informe pericial que sirve a los jueces de base para la toma de decisiones y descartar en los procedimientos cualquier tipo de responsabilidad criminal en caso de accidentes o fallecidos, y para dirimir posibles responsabilidades civiles con indemnizaciones.