La pandemia disparó el abandono de los estudios universitarios en Asturias

El último Informe de Calidad de la Universidad de Oviedo recoge, como siempre, el estado de situación y las principales acciones de mejora de la calidad en la institución. Un análisis en el que destacan los avances hacia la acreditación institucional de los centros, con tres centros más sumándose a los cuatro que ya la ostentaban, y la incorporación de otro a los tres que ya trabajaban en obtenerla, así como la implantación del programa Docentia, entre muchas otras cosas. Pero que también recoge los resultados de rendimiento, satisfacción, empleabilidad y abandono o cambio de estudios, un área en el que la Universidad de Oviedo está especialmente interesada en analizar y buscar soluciones.

Se analiza ahora el comportamiento de los estudiantes que accedieron a la universidad en el curso 2020-21, lo que se denomina la cohorte de nuevo ingreso, y se determina que ha habido abandono aquellos alumnos que, sin haberse graduado en el título, no se han matriculado en él durante dos cursos académicos sucesivos. Pues bien, la tasa de abandono de aquella cohorte aumentó en cuatro puntos respecto a la del curso anterior, pasando el 30,6 al 34,5%. Es el valor más alto en cinco años. Siempre se da la circunstancia de que la mayor tasa de abandono se da en el primer curso y es algo que también se repitió aquí, pero en mucha mayor medida: un 22,5% dejaron los estudios en los que se habían matriculado tras aquel primer curso, casi seis puntos porcentuales más que la cohorte anterior. El propio informe admite que esto podría explicarse «por el hecho de que dicha cohorte comenzó sus estudios en un curso que no fue presencial en su totalidad». Hay que esperar a analizar cursos posteriores para ver cómo ha evolucionado la situación después de recuperar la normalidad en la organización académica.

En cuanto a los motivos, aunque es un fenómeno complejo, el informe determina que aproximadamente la mitad del abandono es forzado por la normativa de progreso y permanencia de la Universidad. Por otro lado, aproximadamente un tercio de quienes dejan el grado elegido en realidad no abandonan los estudios sino que cambian de carrera dentro de la misma Universidad de Oviedo.

El abandono universitario no es un problema exclusivo de Asturias, ni siquiera del sistema universitario español. En el caso de Asturias hay una investigación en marcha, 'Estudio de los factores de riesgo y protección del abandono universitario. Elaboración de una guía de buenas prácticas', de la mano de Ana Bernardo y José Carlos Núñez, del grupo de investigación Aprendizaje Escolar, Dificultades y Rendimiento Académico. Las primeras conclusiones de la investigación, a la que aún queda recorrido, es que un 19% de los estudiantes universitarios ya tienen intención de abandonar el primer año. Hay que tener en cuenta que prácticamente todos los bachilleres acceden a la Universidad y que un 30%, aproximadamente, no lo hace en el grado que eligió en primer lugar.