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«Pedro Nieva me hacía la vida imposible, es violento»

Un vizcaíno denunció dos veces por acoso al presunto inductor del crimen de Ardines si bien este fue absuelto por falta de pruebas

LUCÍA RAMOS

LLANES.

Sábado, 2 de mayo 2020, 00:58

Saltó tristemente a la fama hace algo más de un año al ser detenido como presunto inductor del asesinato del concejal llanisco Javier Ardines. Pero Pedro Nieva Abaigar ya era conocido entre las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado por su supuesta implicación en la instalación de un avanzado sistema eléctrico en una plantación de marihuana en Burgos, que llevó a su detención en diciembre de 2018, así como por el largo historial de enfrentamientos y litigios que mantenía con su ex cuñado, quien incluso le acusó de agredirle apenas tres meses antes del brutal crimen de Llanes. Ahora, uno de sus vecinos de la calle Zubipunte de Amorebieta, Fernando Gartzía, relata a EL COMERCIO los encontronazos que tuvo con un hombre al que algunos de sus conocidos definen como «violento y celoso».

La «pesadilla» de Gartzía comenzó en 2016, mucho antes de que Nieva siquiera sospechase de la relación que su mujer, Katia Blanco, mantenía con Javier Ardines, marido de su prima, y que le haría entrar en una espiral de celos que terminaría con el supuesto encargo del asesinato del concejal y pescador llanisco.

«Aunque llevo viviendo aquí desde 2008, yo no le conocía de nada. No sabía ni su nombre, pues apenas habíamos intercambiado algún 'hola' cuando nos cruzábamos», asevera Gartzía. Sin embargo, continúa, a principios de agosto de 2016 tuvo un primer encontronazo verbal con Nieva, a quien molestaban los ladridos de su perro. Dos semanas después, según denunció ante la Ertzaintza de Galdácano, fue a buscarle a su casa con la intención de «hablar», instándole a retirarse a un lugar apartado, donde, tras una nueva discusión y siempre según la versión del denunciante, le propinó una fuerte patada en la espinilla.

Este primer episodio llegó a juicio el 24 de abril de 2017, si bien el magistrado rechazó las peticiones de multa de la acusación y el ministerio fiscal y decidió absolver a Nieva, alegando que durante la vista oral no quedó probada su participación en los hechos que se le imputaban. Era la palabra de uno contra la del otro y el acusado negó tajantemente los hechos, llegando incluso a insinuar que el denunciante «no está en su sano juicio». Un fallo que Gartzía recurrió ante la Audiencia Provincial de Vizcaya y que fue desestimado por una nueva sentencia del 5 de octubre de 2017.

Segundo juicio

Sin embargo, la tensa relación entre ambos vecinos, lejos de apagarse con la intervención de la justicia, continuó y los días 21 de marzo y 8 de mayo de 2018 Gartzía volvía a denunciar a Nieva, en esta ocasión por «amenazas e insultos» tras dos nuevos encontronazos, El primero de ellos tuvo lugar, según el denunciante, ante su propia vivienda cuando salía a tirar la basura y Pedro se acercó a él. «Evité una posible nueva agresión saliendo a la carretera, donde podía haber coches y testigos», aseveró Gartzía.

El segundo supuesto incidente ocurrió el 27 de abril ante el trabajo de Fernando. «Vi que se detenía un coche delante de mi y me acerqué para ver si necesitaba algo, pero cuando se bajó la ventanilla vi que era él y me quedé paralizado», relató en su denuncia, indicando que Nieva le recriminó el que le hubiese denunciado y que se marchó del lugar antes de que le diese tiempo a llamar a la Ertzaintza.

Estas acusaciones dieron lugar a un nuevo juicio el 18 de julio del mismo año que, como sucediese con el primero, terminó con la absolución de Nieva al no poder probarse las acusaciones. Este negó haber proferido insultos o amenazas hacia el denunciante y aseveró que se lo encontró por la calle y se limitó a «intentar mantener una conversación con él». El fallo fue recurrido por el denunciante y, de nuevo, la Audiencia Provincial de Vizcaya desestimó la apelación en una sentencia del 21 de noviembre de 2018.

Apenas tres meses después, el 19 de febrero de 2019, Pedro Nieva era detenido por el crimen del concejal llanisco en su vivienda de Amorebieta en medio de un gran operativo policial y posteriormente encarcelado, con lo que los roces con su vecino se acabaron de raíz, si bien la mala relación con su familia continúa, dando lugar a varias denuncias cruzadas. «Pedro Nieva me hizo la vida imposible, es un hombre violento», sostiene Fernando Gartzía, quien lamenta que la falta de testigos propiciase la absolución de su vecino hasta en dos ocasiones.

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