El Parque de Picos tendrá una gestión que permita su desarrollo económico
Los presidentes de Asturias, Cantabria y Castilla y León defienden un convenio que haga compatible la conservación medioambiental y la actividad humana
El Parque Nacional de los Picos de Europa tendrá el año que viene un nuevo convenio que se ajuste a los cambios legales producidos desde la creación del primero, en 2006. Los principales objetivos son ahondar en la conservación medioambiental del espacio protegido y potenciar el desarrollo socioeconómico sostenible de los cerca de 15.000 habitantes que viven en este territorio.
Para iniciar los trabajos sobre este nuevo convenio se reunieron esta mañana en Camaleño (Cantabria) los presidentes de Cantabria, Miguel Ángel Revilla; Asturias, Adrián Barbón, y Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, que escenificaron la colaboración y consenso que mantienen las tres administraciones regionales en el desarrollo del parque nacional. Revilla explicó que «tenemos que llegar a acuerdos para avanzar más en los usos y compatibilidades que se pueden dar en el parque nacional» y apuntó que se trata de «defender la convivencia en este espacio maravilloso, porque no hay mejor ecologista que quien vive aquí».
Varios son los aspectos que se pretenden mejorar, como hacer llega la banda ancha de internet a todos los núcleos de población del espacio protegido. Cantabria ya tiene el compromiso de tenerlo culminado en su territorio en 2020, a lo que se podrían sumar Asturias y Castilla y León. Este modelo de colaboración entre las tres Comunidades Autónomas escenifica, según Fernández Mañueco, «el éxito del modelo autonómico actual» y remarcó la necesidad de «postrar por la dinamización de nuestra tierra, en la que la transformación digital se considera fundamental».
Los encuentros entre los tres presidentes para hablar sobre el parque nacional no se producen desde 2006, por lo que Adrián Barbón propuso encuentros anuales. Eso sí, recordó que «el parque nacional es producto de la naturaleza, pero también de la acción humana» y explicó que se trata de «nuestra herencia, la que nos dejaron los mayores, pero también uno de los mayores atractivos económicos por su atracción turística».
Los tres presidentes también coincidieron en la necesidad de controlar la población de fauna salvaje en el espacio protegido para hacer compatible la ganadería porque, como dijo Miguel Ángel Revilla, «si dejamos al lobo a su libre albedrío, aquí no se queda nadie».
Por otro lado, Adrián Barbón anunció que la osezna recogida enferma en Santo Adriano y que fue tratada en las instalaciones de Cabárceno (Cantabria) y Balsenama (León), será en breve reintroducida a la naturaleza y lo será en el territorio de los Picos de Europa.