El Principado aconseja a los ayuntamientos que restrinjan los grandes actos públicos
Empresas de la región anulan sus celebraciones navideñas para prevenir los contagios por covid
La situación epidemiológica se está desbordando, por encima incluso de lo que preveían las autoridades sanitarias. Tanto es así que los llamamientos a la prudencia han traspasado ya el ámbito de la responsabilidad individual y la actividad hostelera, para calar en la actividad de ayuntamientos y entidades locales. El mensaje: evitar los eventos institucionales que conlleven una gran afluencia de público y se tengan que celebrar en espacios cerrados.
Esa es la «sugerencia» que la Consejería de Salud está trasladando a los ayuntamientos y que, en el caso de Cudillero, se ha traducido en la suspensión del acto de entrega de la Amuravela de oro. Acontecimiento de gran trascendencia pública al que suelen asistir todas las autoridades de la región y que, en este caso, iba a reunir a 250 personas en una comida que ayer quedaba cancelada, a solo cuatro días de su celebración.
Las autoridades sanitarias hicieron saber al alcalde de Cudillero que, con la actual situación epidemiológica de Asturias, «lo aconsejable sería aplazar» la entrega del premio. Consejo que el regidor pixueto comunicó, por su parte, a la Asociación de Amigos de Cudillero, artífice de la Amuravela de Oro. «Aunque está todo montado, creemos que lo más adecuado es aplazar el acto. No podemos arriesgarnos a seguir adelante y que haya un brote de coronavirus», explicaba ayer José Luis Álvarez en nombre del colectivo, que tampoco pudo entregar su galardón el año pasado debido a la covid-19.
Los contagios se han disparado y «la cosa se pone fea». Los datos que llegan de la Consejería de Salud confirman esa advertencia, que los médicos de la sanidad pública asturiana llevan lanzando desde hace una semana. En solo dos días, se han confirmado 751 nuevos casos de coronavirus -307 el martes y 444 el miércoles- y cinco personas han fallecido, de entre 57 y 77 años. Si se suma el resto del puente festivo, el resultado enciende todas las alarmas, pues el número de positivos detectados desde el viernes asciende a 2.201 y han muerto por covid 11 personas en los últimos seis días.
La situación en los hospitales asturianos no contribuye a apaciguar la preocupación por la evolución de la pandemia, que ha metido de lleno a Asturias en un nivel de riesgo alto. Actualmente, son 150 las personas hospitalizadas por coronavirus, 28 más que la semana pasada, y la ocupación de las unidades de cuidados intensivos se está elevando de una forma preocupante: 23 ingresados en UCI frente a los 19 que había antes del puente festivo.
Las autoridades sanitarias han tenido que abrir una UCI covid en el Hospital de San Agustín, que viene a reforzar las que ya funcionan en el HUCA y en el hospital de Cabueñes, donde ayer permanecían 4 pacientes con covid. La presión asistencial está obligando, además, a reorganizar la actividad programada, lo que muy posiblemente conllevará suspender intervenciones quirúrgicas, tal como anunciaba la semana pasada la gerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa), que avanza a velocidad de crucero en el plan de contingencia que se ha ido desplegando frente a esta sexta ola de la pandemia.
La incidencia acumulada en la región durante los últimos 14 días -indicador de referencia para medir el nivel de riesgo por coronavirus- se ha elevado a 405,8 casos por 100.000 habitantes. Si el martes Asturias era la quinta comunidad con mayor tasa de contagiados, ayer subía al cuarto puesto en el ranking epidemiológico del país. El impacto entre los menores de 12 años llama la atención: 625,7 casos por 100.000 habitantes. Y el siguiente grupo etario más afectado es el de 60 a 69 años, con 496,4 casos por 100.000 habitantes. En ambos casos, Asturias supera ampliamente la media nacional.
Se llega a este punto justo dos meses después de que el Gobierno del Principado anunciase en rueda de prensa que Asturias recuperaba la normalidad, tras superar la ola epidémica registrada este verano y que afectó muy especialmente a los jóvenes. Después de varias jornadas con un número de contagios prácticamente anecdótico, el 8 de octubre se dejaban atrás las restricciones. Con el repunte de la pandemia, la posibilidad de limitar aforos y horarios vuelve a estar sobre la mesa.
Aunque, de momento, la Consejería de Salud descarta las medidas drásticas y centra su estrategia de actuación contra la covid-19 en el cumplimiento de las normas básicas de protección: uso de la mascarilla en los espacios cerrados, distancia interpersonal de 1,5 metros y ventilación cruzada. La única decisión que se contempla, de hecho, es la obligación de instalar medidores de CO2 en negocios concurridos donde no se puede garantizar el uso permanente de la mascarilla, fundamentalmente hostelería y gimnasios. Se pretende así favorecer una adecuada renovación del aire en el interior de esos locales.
«Las navidades se caen»
El Consejo de Gobierno aprobará hoy esta medida. Y, de forma paralela, se reforzarán también las inspecciones en los negocios para velar por el cumplimiento de las normas básicas de prevención que han estado vigentes durante casi toda la pandemia. «Si seguimos así, las navidades se caen», temen los hosteleros. Se ponen en lo peor porque el número de contagios e ingresos hospitalarios crecen al mismo ritmo que aumentan las cancelaciones de las reservas previstas para estas fechas. Sobre todo, comidas y cenas de empresa.
«Los grandes eventos programados para diciembre se están anulando», coinciden hosteleros de distintos puntos de Asturias, que llegan a cifrar esas anulaciones en «más del 70%». Se trata fundamentalmente de cenas y comidas organizadas por empresas, «con más de un centenar de asistentes». Según el sector, «hay miedo a juntarse con mucha gente», pero «los encuentros más reducidos de amigos y familiares siguen adelante». Eso es lo que está salvando la actividad hostelera en plena sexta ola de la pandemia, que «ha estropeado una de los mejores meses de diciembre que se nos presentaba en muchos años».