El Principado requisa por orden judicial los animales del ganadero asesinado en Ribadesella
La jueza emite una orden de incautación del ganado después de que Mar Berjón no apareciese por la vivienda de Cuevas del Agua en toda la mañana
Mar Berjón, la pareja del ganadero asesinado hace tres semanas en Ribadesella, no ha entregado los animales al Principado de forma voluntaria. Los técnicos de la Consejería de Medio Rural que en la mañana de hoy se personaron en Cuevas del Agua comprobaron que no estaba en la vivienda y que tampoco respondía a las llamadas de teléfono. Al parecer, había sido citada a declarar a primera hora en el juzgado de Cangas de Onís por las diligencias iniciadas por el Seprona de la Guardia Civil por el mal estado en el que se encontraba los animales que tenía a su cuidado. No regresó a casa y apagó su teléfono móvil.
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La jueza emitió a última hora de la mañana un auto para la incautación de los animales dado que la mujer no aparecía. Fue sobre las 3 de la tarde cuando los animales empezaban a ser introducidos en los transportes especiales de la consejería: vacas, burros, cabras, terneros, conejos y gallinas. La histórica ganadería Maella ha quedado vacía veinte días después de que su propietario, Toño Otero Toraño, fuese asesinado en su casa. La «falta de cuidados» durante estas semanas por parte de la pareja de la víctima llevó a los técnicos a tomar la decisión administrativa para garantizar su bienestar.
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Preocupaba especialmente el estado que presentaban los terneros, que no habían salido de la cuadra desde la ausencia de Toño, quien se había dedicado durante toda su vida a cuidar de los animales de la explotación que ya era de sus antepasados. «Los animales habían adelgazado mucho, la mujer no les dio casi comida todas estas semanas», lamentaban los vecinos de la localidad riosellana. «Tampoco se deja ayudar, desde que llegó siempre tuvo problemas con los vecinos y no se trata con nadie», dicen en el pueblo.
De forma paralela al procedimiento administrativo y a la medida cautelar de la incautación del ganado, el Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha abierto una investigación por un presunto delito contra la fauna. Se da la circunstancia de que la pareja del ganadero no era la propietaria de los animales de la explotación, cuya titularidad tiene la hermana del fallecido.
Se trata de un nuevo capítulo en la enrevesada historia de la muerte violenta del ganadero. La Guardia Civil continúa con la investigación para detener a los/las responsables del ataque que le costó la vida al hombre de 60 años y que se produjo su vivienda al mediodía del 12 de septiembre. Su pareja relató a los agentes que habían sido atacados por dos encapuchados. Su hermana estaba en el piso de arriba y aportó la misma versión. Sin embargo, días después cambió de versión y pidió volver a declarar en el cuartel para mostrar sus sospechas sobre la veracidad del relato de su hermana en relación a los dos encapuchados.
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