Giro en el caso del ganadero asesinado en Ribadesella: la cuñada duda «de la existencia de los dos encapuchados»
Magdalena B. declaró durante cinco horas en el cuartel de la Guardia Civil de Gijón y apuntó la posibilidad de que el arma fuera una herramienta de la casa
Magdalena B. la cuñada del ganadero asesinado en Ribadesella, ha comparecido este lunes en el cuartel de la Guardia Civil de Gijón para dar una nueva versión sobre lo ocurrido el día que mataron a golpes a Toño Otero Toraño en su casa de Cuevas del Agua. La mujer muestra ahora sus dudas sobre la explicación aportada por su hermana -pareja de la víctima- sobre el ataque de dos encapuchados que irrumpieron en la vivienda. «Tengo dudas sobre si realmente existieron los encapuchados», manifestó.
Si durante los primeros días mantuvo la versión que ambas dieron ante la Guardia Civil, hoy ha manifestado a los agentes de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial que «sospecha de su hermana y que no le cuadran muchas cosas de las que me ha dicho». Asegura que «no escuchó ni vio nada» hasta que bajó y vio a «Toño tirado en el suelo con la cabeza destrozada, solo me miraba a mí y decía: Mada, Mada, Mada…», hasta que ella salió a la calle a pedir auxilio. Fue en ese momento en el que una celadora que estaba de ruta por el pueblo las ayudó y estuvo con ellas hasta que llegaron los sanitarios y la Guardia Civil. El SAMU solo pudo confirmar la defunción del hombre de 60 años.
Sobre el arma del crimen, Magdalena B. mostró la posibilidad de que el ataque fuese perpetrado con «una herramienta de la cocina que cuando volvimos de declarar del cuartel ya no estaba». «Mi hermana me dijo que si se la llevaron daba igual porque estaba lavada», dijo a los investigadores.
La declaración se prolongó durante más de cinco horas. El primer día que prestó testimonio en el cuartel de Ribadesella su relato fue de apenas unos minutos y se centró en los dos individuos que supuestamente entraron encapuchados a plena luz del día y acabaron con la vida del ganadero.
En esta nueva pormenorizada declaración ha aportado detalles y ha tratado de exculparse en todo momento. «No sé si me hermana me ha podido tender una trampa, si fue ella lo podía hacer cualquier día y no cuando estuviera yo allí», manifestó.
La investigación de la Guardia Civil continúa, ahora con la versión aportada por la cuñada.