El Principado sospecha que el oso agresor era un macho que seguía al rastro de una hembra
Los técnicos tomaron muestras de su pelaje para hacer pruebas de ADN
La hipótesis con la que trabajan los técnicos del Principado es que el oso que agredió a Carmen S. en una carretera de Cangas del Narcea era un macho de gran tamaño que no se percató de la presencia de la mujer y que en ese momento estaba siguiendo el rastro de una hembra. «En esta época del año están en celo y es el único momento en el que los machos dominantes se ven», explica Miguel Fernández Otero, guarda mayor de la Patrulla Oso del Principado.
Acompañado por efectos del Seprona de la Guardia Civil, se mantiene activo un dispositivo que vigila los bosques próximos a Sonande, donde tuvo lugar el incidente. El objetivo es «comprobar que nada se salga de lo normal, asegurarnos que no es un oso agresivo y problemático», indica. El protocolo nacional aprobado para intervenir cuando los plantígrados dan problemas ampara la extracción del ejemplar e incluso su sacrificio pero solo si se constata que el animal tiene una actitud agresiva inequívoca, y no que su ataque respondió a un movimiento defensivo.
«Creemos que es un oso normal, que pasó por ahí y no vio a la señora hasta que estuvo pegado a ella, pero queremos comprobar que no sea conflictivo», indica Fernández Otero. Los especialistas han peinado la ruta que siguió el animal antes y después de su encuentro con Carmen S., rescatando muestras de su pelaje que van a ser sometidas a prueba de ADN para identificar mejor al animal.