La FSA rediseña su oferta electoral con el objetivo de recuperar el voto joven

En 2019 el partido concurrió bajo la etiqueta del «nuevo PSOE», para distinguirse de Javier Fernández. Barbón basó su campaña en apelar al voto útil contra «las tres derechas» que identificaba en PP, Vox y Foro; según repetía, podían sumar y gobernar. La fórmula funcionó y el partido recuperó seis escaños, logrando una cosecha de 20 y doblando al segundo partido, el PP.

La encuesta postelectoral del CIS asegura que se impusieron en todos los tramos de edad salvo uno. A pesar de la desmovilización que erosionó a Podemos, el 33,3% de los electores de entre 25 y 34 años siguieron apostando por los morados, mientras los socialistas se quedaron en un 24,2%. En las anteriores autonómicas y según el mismo sondeo era el PSOE quien mandaba ahí, con el 26,9% de las papeletas, tres puntos más que Podemos.

Con 42 años, Barbón es el tercer presidente autonómico más joven del país, lo que parece no bastar para batir a Podemos en una franja con intereses específicos. Se trata de un perfil de asturianos que, como los demás, consideran que crear empleo debe ser la principal tarea del Gobierno regional, pero que muestran tambien la mayor concentración de electores que sitúan como prioridad máxima la educacion, la vivienda, la inmigracion y el medio ambiente.

A casi todos esos banderines de enganche apela la ponencia marco del 33 Congreso, que avanza medidas a incluir en su próximo programa electoral. A lo largo de 192 páginas hay hasta 78 referencias a los jóvenes, frente a tres menciones a la natalidad y una a la inmigración.

La guía hace suyas propuestas recientes del partido a nivel nacional, como las becas con las que se pretende la «democratización de las carreras judiciales». De lo que se trataría con esas ayudas es de «aflorar el talento y la vocación de los y las aspirantes a los distintos cuerpos, sin que la situación económica sea un impedimento insuperable, como lo es para muchas personas y sus familias en la actualidad». Esa «democratización» en el acceso a la judicatura «debe servir para incrementar el pluralismo social en todo el poder judicial y romper inercias elitistas».

Como sello propio, la FSA plantea impulsar «medidas que faciliten la incorporación de jóvenes a las administraciones en Asturias, incluyendo el apoyo a la preparación de oposiciones para acceder a la alta función pública».

La ponencia admite que la «prioridad son las políticas relacionadas con el empleo juvenil, la emancipación y la vivienda». Para acabar con la precariedad apuesta por volver a «situar la negociación colectiva como mejor herramienta de garantía de derechos laborales», así como sancionar las tendencias «propias de la 'uberización' de la economía, que pretenden disfrazar de empleo autónomo lo que deberían ser contratos por cuenta ajena». También insta a incrementar «la colaboración entre las empresas y las administraciones públicas para dotarlas de facilidades para la contratación de jóvenes».

En formación, apoya «el desarrollo en los pueblos de Asturias del programa de Erasmus Rural del Gobierno de España y nuevas iniciativas que promuevan estancias profesionales temporales en nuestros pueblos». De cara a la universidad «la prioridad para estos próximos años» es reforzar las becas «y mantener las tasas universitarias en los niveles actuales», eso sí, negociando una «adecuada restructuración y definición de la oferta de titulaciones actual para adaptarlas a las necesidades de la sociedad».

Para facilitar la emancipación, los socialistas piensan incrementar el parque público de viviendas. Se priorizará para ello la rehabilitación en los concejos «con muchos pisos vacíos» y entornos degradados.

Las ayudas al alquiler se ampliarán incluyendo fórmulas como el piso compartido, «proyectos cooperativos de vivienda joven o viviendas colaborativas más sostenibles».