La demora para una consulta telefónica supera ya «en dos o tres días» a la cita presencial
El repunte de la pandemia carga a Atención Primaria con un 25% más de actividad
MIRIAM SUÁREZ
GIJÓN.
Lunes, 6 de diciembre 2021, 00:56
La actividad en Atención Primaria ha crecido un 25% y la tensión en los centros de salud asturianos ha subido de temperatura con el repunte de la pandemia. El Servicio de Salud del Principado (Sespa) asegura que la red de Medicina Familiar y Comunitaria «sigue a pleno funcionamiento+» a pesar del incremento de los contagios, que en su mayoría no requieren ingreso hospitalario y, por tanto, son atendidos en los centros de salud. Los profesionales sanitarios matizan: «Primaria funciona, sí, pero a nuestra costa».
Sindicatos y organizaciones profesionales aseguran que, a la espera de que se materialicen las mejoras que promete la Administración, «hay problemas para cubrir las guardias y tienen cerrados varios puntos de atención continuada» por falta de plantilla. El déficit de personal es un clásico en las reivindicaciones de los sanitarios asturianos. Pero el origen de ese problema ya no se encuentra únicamente en las jubilaciones previstas. «Han aumentado las bajas por puro agotamiento», avisan desde el Sindicato Médico Profesional, Simpa.
Es una de las consecuencias del desgaste acumulado durante la pandemia y que el Principado espera subsanar inyectando 32 millones de euros más en la partida destinada a Primaria dentro de los próximos Presupuestos Generales de la comunidad. A corto plazo, sin embargo, se advierte de la posibilidad de que, si continúa subiendo la presión asistencial por la sexta ola, algunos sanitarios tendrán que sacrificar sus descansos navideños. Una de cal y otra de arena.
70 llamadas para una cita
En algunos centros de salud, se vuelven a repetir los colapsos telefónicos y es necesario realizar hasta 70 llamadas durante varios días consecutivos para conseguir hablar con las personas que citan a los pacientes. «Es un caso puntual», aseguran desde el Sespa. El caso, por ejemplo, del centro de salud de Perchera, en Gijón, donde la gerente del Servicio de Salud del Principado, Concepción Saavedra, anuncia la incorporación de un nuevo cupo haciendo y que ya se están haciendo los cambios organizativos necesarios para ganar espacio.
En dicho equipamiento se están dando citas para dentro de quince días. Se da la circunstancia, además, de que hay más tiempo de demora para las consultas telefónicas que para las presenciales. Algo que ya no es excepcional sino generalizado para todo el sistema de Atención Primaria. «Está habiendo mucha más demanda de consultas telefónicas», constata el Sespa. «Muchísima más. Sobre todo gente joven, que quieren hasta que les diagnostiques un bulto o una mancha por teléfono, lo que no es posible, claro», aportan los médicos de Familia.
Ante esta situación, los facultativos se acuerdan del presidente del Principado y no precisamente para bien. Tras el verano, una vez superada la quinta ola de coronavirus, Adrián Barbón se dirigió a los profesionales de Atención Primaria para instalarles a volver a la normalidad. «Si alguien quiere una consulta presencial tiene que tenerla», afirmó entonces el jefe del Ejecutivo autonómico, que llegó incluso a amenazar a los administrativos con «intervenir» si no ofrecían a los pacientes la opción de la cita presencial.
La herida que causaron las palabras de Adrián Barbón todavía escuece: «Se daba a entender que no queríamos ver a los pacientes. La realidad ha demostrado que no es así, que la gente prefiere no venir al centro de salud cuando se trata de una cuestión menor y que, si hay algún problema, es la falta de recursos». La demora para ser atendido telefónicamente por el médico de Familia es, de hecho, «dos o tres días» superior a la de una consulta convencional, dependiendo del centro de salud.