«Esperábamos tardar menos que antes y tardamos más que nunca»
Malestar entre los usuarios de los trenes que comunican Asturias y Madrid y que acumularon esta mañana casi dos dos horas de retraso en el trayecto desde la capital a Gijón
Quejas y malestar entre los usuarios que esta mañana cogieron el primer tren con salida de la estación de Chamartín (Madrid) a las 6.36 horas de la mañana y destino a Asturias, con una previsión de llegada a Oviedo en torno a las diez de la mañana y a Gijón antes de las diez y media, pero que finalmente pisaron suelo ovetense pasadas las 11 de la mañana y llegaron a villa de Jovellanos quince minutos más tarde del mediodía. Un retraso de una hora para los viajeros con destino a Oviedo -como consecuencia de una incidencia en la vía entre Ponferrada y Madrid que sufrieron también aquellos que a esa misma hora realizan el trayecto en sentido contrario, desde Asturias hasta Madrid- pero que se prolongó hasta casi dos horas para aquellos cuyo destino era Gijón. El tren Alvia en el viajaban se quedó en la capital asturiana y no completó el trayecto hasta la ciudad costera para evitar nuevos retrasos en los siguientes servicios, por los que viajeros tuvieron que completar el recorrido en un tren de cercanías Oviedo-Gijón con paradas.
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Una mala experiencia para quienes realizaban por primera vez este recorrido tras la inauguración de la variante de Pajares y que esperaban hacerlo en menos de cuatro horas. «Venimos a Gijón a ver a la familia casi todos los años en Navidad y es la primera vez que nos pasa esto. Con la apertura de la variante de Pajares esperábamos tardar mucho menos que siempre y la verdad es que hemos tardado más que nunca", explicaba resignado el madrileño Esteban Rivero a su llegada a Gijón.
Candela Maese se quejó también de la falta de información. «Tras sufrir una hora de retraso en León, y cuando pensábamos que ya estábamos llegando, nos avisan de que los de Gijón no tenemos transporte hasta casa y que hay que hacer trasbordo a un tren de cercanías. Nos dejaron en un andén en Oviedo (a las 11.05 horas) unos treinta y cinco minutos. La gente que venía con niños estaba desesperada», relata esta gijonesa, quien comenta que hubo cierta confusión y muchos viajeros se subieron al tren de Cercanías con destino a Avilés, aunque se les informó del error antes de que el convoy iniciara el trayecto y pudieron bajarse a tiempo. Maese reconoce que su viaje de ida a Madrid tampoco fue puntual por lo que su experiencia como usuaria de Renfe una vez abierta la variante de Pajares ha sido «nefasta» aunque no tira la toalla. «Vamos a confiar y seguir viajando en tren», dice.
Los también gijoneses Cristina Gutiérrez y Francisco Argüelles fueron con su hijo a disfrutar el fin de semana en Madrid y, aunque reconocen que el viaje de ida fue puntual y sin sobresaltos, tardarán en olvidar el de vuelta. «Primero sufrimos un retraso de una hora porque había que esperar a que retiraran de la vía otro tren averiado y después nos dejan en Oviedo esperando un cercanías. Al final, un retraso de casi dos horas después de levantarnos a las cuatro de la mañana. Hay muchas mejoras que hacer», lamentan. Pablo Fernández también se vio afectado por el retraso aunque valora el avance que ha supuesto la entrada en servicio de la variante. «Era la primera vez que viajaba desde su inauguración y se recorta hora y media respecto a lo que implicaba bordear la montaña. El problema es que sigue habiendo fallos en la infraestructura antes de llegar a la variante y es eso lo que hay que arreglar», reclama, al tiempo que confía en que con las mejoras anunciadas y la incorporación en el servicio de los nuevos trenes se pueda realmente hablar de tiempos competitivos.