Salud recupera operaciones, consultas y pruebas en los centros sanitarios ante la bajada de la covid
El Gobierno regional confía en retomar el plan de choque de listas de espera quirúrgica dentro de dos semanas y alargarlo seis meses más
Con los indicadores epidemiológicos a la baja, de nuevo toca hablar de listas de espera y preguntarse: ¿a la tercera irá la vencida? Porque el plan de choque de la Consejería de Salud ya va a por su tercer asalto. El primero se anunció en mayo cuando ya había más de 20.000 asturianos esperando por una operación. Del funcionamiento de aquel no se supo mucho, aunque llegó a presentarse, y se solapó con un nuevo anuncio, en septiembre. Las cifras de entonces siguen vigentes: 8 millones de inversión, la realización de más de 8.000 operaciones, y una duración de seis meses. La sexta ola trastocó la hoja de ruta. Con la presión a la baja, la gerente del Sespa, Concepción Saavedra, confirma que «en un plazo de dos semanas» se reactivará el plan.
No se trata de una tercera versión, sino, como quien dice, retomarlo donde se dejó en suspenso, en este tiempo. La novedad respecto a lo que se articuló en septiembre es que se prolongará seis meses más. Aunque la sexta ola no llegó a niveles de ondas epidémicas anteriores, la ocupación de las UCI rondó el 20% en su pico más alto, y la global hospitalaria por encima del 12%. «La situación obligó a una reorganización de los recursos, se mantuvieron las intervenciones quirúrgicas urgentes no demorables y preferentes», recalcó Saavedra.
Las dos patas sobre las que se asienta el plan de choque de Salud es el aumento de la actividad hospitalaria operando por las tardes, retribuyendo al personal que se preste a estar jornadas extraordinarias, y los acuerdos de colaboración con la red de centros concertados. La experiencia inicial de este sistema venía siendo satisfactoria para Salud. Nada debería de trastocar este nuevo intento, aunque el consejero de Salud prefiere mantener la cautela. «Todas las tendencias parecen estabilizarse a la baja, pero no se puede aún bajar la guardia». Sea como fuere, la gerente del Sespa, tira para adelante: «Vamos a iniciar la fase de desescalada».
Para el PP, todo lo escuchado ayer son cantos de sirena. «La sanidad asturiana hace aguas por todos los sitios», subrayó la diputada Beatriz Polledo. La popular insistió en algo que viene repitiendo los últimos meses: «Las listas de espera no solo son las operaciones sino también las consultas y pruebas diagnósticas, que son personas que están a la espera para entrar en esa lista». Detrás de esto, según las cifras que manejan, un aumento del 50% de las consultas en los seguros privados. «No es la mejor forma de defender la sanidad pública».
Aunque lo que trae de cabeza a las autoridades sanitarias es cómo afrontar las desbordadas listas de espera quirúrgica. Las acciones para esta nueva fase apuntan en diferentes direcciones, casi todo encaminados a recuperar los recursos humanos que, en estos meses, se tuvieron que destinar a otras tareas consideradas prioritarias.
Con la campaña de vacunación encarrilada, y ahora que ha dejado de citar por edades y se establecen días sin cita, Salud se dispone a unificar un único punto de referencia en cada área sanitaria. Más de lo mismo con la realización de las pruebas PCR. Tras los máximos de la pandemia a principios de enero, el número de pruebas ha caído en picado. Basta pasar por los autocovid, ya sin caravanas de coches. Con estas dos acciones, explica Concepción Saavedra, «reorganizaremos el personal de enfermería entre los diferentes servicios de salud para comenzar a reforzar la actividad normalizada».
Respecto a la atención preventiva y a los crónicos, se confía en que vuelvan a los centros de salud con «normalidad» y las alas incrementen las consultas y pruebas.