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Aspecto que presentaba en la mañana de ayer el prau de la romería.
El Carmín de Pola de Siero mejora en seguridad

El Carmín de Pola de Siero mejora en seguridad

La romería bate récord con 60.000 personas y 142 asistencias, 60 menos que en 2012

José Cezón

Miércoles, 23 de julio 2014, 00:23

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La romería del Carmín batió el récord de asistencia, con 60.000 personas -diez mil más que en 2012-, según los datos oficiales. Sin embargo, el número de asistencias se redujo de las 202 del año pasado a las 142 del lunes. La mayoría de las atenciones fueron por cortes en manos, piernas y pies, con cuatro traslados al Hospital Central de Asturias, tres esguinces de tobillo, cuatro picaduras de insecto y cinco intoxicaciones etílicas (16 menos que en 2012), lo que no llega ni al 0,24% del total. Asimismo, la Policía Local practicó tan solo dos detenciones, una por atentado contra la autoridad y otra por conducción bajo los efectos del alcohol.

El operativo especial de las fiestas estuvo formado por cerca de un centenar de agentes de la Policía Local, Nacional y Guardia Civil, a lo que hay que añadir cincuenta voluntarios de Protección Civil, cuatro ambulancias y hasta una dotación de Bomberos, que estrenaba presencia en el evento.

La acumulación de cristales rotos en el prau de la fiesta sigue siendo la gran asignatura pendiente y eso que este año se instalaron contenedores de recogida de vidrio que, a decir verdad, no fueron muy utilizados, según pudo constatar ayer este diario.

En una fiesta tan multitudinaria y con tanto consumo continuado de alcohol, los altercados y los hurtos son inevitables y no suelen figurar en las cifras oficiales. Fuentes de la Policía Local comentaron ayer que los momentos de mayor tensión se vivieron alrededor de las seis de la madrugada en la estación de autobuses, donde llegaron a congregarse seiscientas personas a la espera de un asiento para regresar a sus casas, algunas de ellas poco dispuestas a respetar la cola. Pero esa situación constata también que quienes se acercaron hasta La Pola optaron mayoritariamente por utilizar los transportes públicos, ya sea el autobús o el ferrocarril, que reforzaron sus servicios. Por otro lado, la Policía Nacional acudió también a cerrar una discoteca por la mañana.

Como cada año, el prau de la romería y las calles de la villa amanecieron con toneladas de basura en una de las noches más multitudinarias que se recuerdan. Y los servicios de limpieza comenzaron a trabajar desde primeras horas dando prioridad a la zona del mercado de los martes del entorno de la plaza cubierta. Solo en los Campos de la Sobatiella, escenario de la romería más grande de Asturias, se calcula una acumulación de siete toneladas de basura.

Al rebuscu, en el prau

Y lo que ya viene siendo un clásico de la resaca del Carmín, desde primeras horas del alba numerosas personas fueron hasta el prau en busca de restos de comida, botellas de sidra intactas, dinero u objetos de valor, que siempre se extravían en el fragor de la batalla.

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