El CSIF «luchará» por resolver pronto el conflicto entre la Policía y el alcalde de Siero

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios, CSIF, ha agradecido al alcalde su primer paso hacia el diálogo al tomar en cuenta la petición formal del sindicato para formar una mesa de negociación y aliviar, de una vez por todas, el resquemor entre Policía Local de Siero y alcalde. La sindical se mostró optimista con respecto a la resolución: «Creemos que está cerca y lucharemos por ello».

CSIF se ha mantenido, según describió el colectivo, «totalmente ajeno a la problemática existente entre el sindicato SIPLA y el señor alcalde hasta el momento». Sin embargo, la sindical entiende que «llegó la hora de mediar y formar parte» del asunto.

«La legalidad no la negociamos, la exigimos, y en ese sentido vamos a ser contundentes», advirtió justo antes del fin de semana el mandatario. Ayer García se reafirmó en su postura: «Soy una persona de diálogo, muy flexible, pero hay cuestiones que no se pueden negociar como es el cumplimiento de la ley», afirmó. En este caso, el objetivo, según el alcalde es «dar un servicio público de calidad en beneficio de los vecinos y dentro de un marco legal» y no «mantener unos privilegios totalmente inasumibles y de dudosa legalidad» por lo que pidió a la Policía «cumplir con el calendario anual que criticaban y que ya hay».

Precisamente el ofrecimiento del alcalde a sentarse a dialogar se produjo en la misma semana en la que se aprobó el calendario laboral de la Policía Local para todo el año 2020, a través de un decreto del concejal delegado de Seguridad Ciudadana, Víctor Villa. El Sipla rechazó la propuesta al no ver satisfecha su demanda de seis días de descanso cada seis de trabajo. El gobierno ofreció a los locales laborar las 1.642 horas de trabajo al año que establece la legislación vigente en turnos de seis días de trabajo y cuatro descansos, (salvo los meses de julio, agosto y diciembre, en los que se reducía un día de descanso por cada seis trabajados).

No obstante, el conflicto va más allá con las horas extraordinarias pendientes de pago desde el pasado verano, que el gobierno se negó a abonar al considerarlas excesivas; las deficiencias existentes en la actual comisaría de la Pola o la reclamación del Sipla de aumentar la plantilla mientras el alcalde baraja su reducción e incluso su completa «disolución».