«Me asomé a la ventana y había fuego a dos metros de mí»

Los habitantes del poblado de 'las chabolas del tío Chango', cerca de los polígonos industriales de Llanera, salieron ayer con lo puesto a la hora de comer tras desatarse un escandaloso incendio que tiñó de negro el cielo y obligó a su evacuación. Una inmensa columna de humo que creció por momentos alertó a los conductores de las autovías que unen Oviedo -hasta donde llegó el olor a chamusquina horas después- con Gijón y Avilés, y puso en jaque a toda la comunidad al sentir que la situación parecía descontrolarse por momentos. Finalmente, gracias a la intervención de los Bomberos de Asturias, que lo dieron por controlado poco más de tres horas después, solo hubo que lamentar daños materiales. El fuego calcinó varias construcciones con chatarra y neumáticos almacenados.

«Gracias a Dios no había nadie en ese momento y no tenemos que lamentar ningún herido», agradeció Gabriel Montoya, el primero en dar el aviso a los efectivos. Cuando llegaron, recordó, «ya estaba todo en llamas». Entre las propiedades calcinadas se encuentra el taller de su padre y varios vehículos de los trabajadores de la finca, muy cerca del área industrial de Silvota. También reconoció que la hora ayudó a evitar males mayores. «Ha sido de día y no durante la noche; podría haber sido mucho peor». A la espera de que la investigación determine la causas, Montoya sospechó que la combustión no fue fruto del azar; lo atribuyó a terceros. «No sabemos por qué, si por racismo o por envidia, pero fue intencionado», sostuvo.

El Centro de Coordinación de Emergencias del 112 Asturias recibió la primera llamada a las 13.47 horas. Laura Montoya, hija de Gabriel, fue la primera en percatarse del fuego. «No había nada, ni humo ni nada. Vimos un llamarazo muy fuerte. Echamos todos a correr y en cuestión de segundos eso fue una masacre de incendio», expresó la joven, que es una tiktoker con más de veinte mil seguidores a los que contó que vio las llamas desde su propia vivienda. «Me asomé a la ventana y había fuego a dos metros de mí. Nos dijeron que teníamos que desalojar y nos llevaron a un parque pero no nos dicen nada más», se quejó después en sus redes sociales. Una salida forzada que provocó muchos nervios, ya que no sabrían hasta dónde llegaría el fuego ni si podrían recuperar sus pertenencias.

Horas después, tras reabrir la carretera cortada, su padre volvió al poblado y expresó su intención de quedarse en él: «Yo de aquí no me muevo. Estamos hasta sin luz y nos dicen que tenemos que irnos esta noche. Los niños no pueden estar en estas condiciones así que ellos se irán pero yo no».

Trabajaron en la extinción de las llamas efectivos de Bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA), con base en el parque de La Morgal, junto al jefe de zona centro-este y el jefe supervisor. «Los habitantes del poblado tuvieron que ser trasladados por precaución hasta que se supiera si había alguna vivienda dañada, aunque de momento solo es una zona de talleres», expresó uno de los efectivos mientras continuaban las labores del operativo.

Además, declaró que las llamas fueron «bastante difíciles de controlar por todo el fuerte viento y la masa forestal que tenemos alrededor». Estas circunstancias provocaron que el fuego se propagara aún más rápido. Además, «en la zona hay combustibles muy inflamables, por lo que no hemos podido entrar tan fácilmente y hemos tenido que controlar mucho el perímetro», declaró el bombero. n la intervención participaron diez efectivos, cuatro autobombas y un helicóptero. A las 17.08 horas ya dieron por controlado el incendio. Continuaron, no obstante, las labores para refrigerar la zona.

Posteriormente, responsables del Ayuntamiento de Llanera se reunieron con los afectados para buscar una solución. Los residentes habían recibido varias peticiones de limpiar la zona para evitar la situación de peligro que se produjo ayer.

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