Transportes inicia las últimas pruebas con trenes en la variante para establecer la duración del viaje
Durante diez noches los ferrocarriles recorren sin parar el tramo León-Ujo a máximas de 200 kilómetros por hora para calibrar lo que tardan
Quien ayer se subió al Alvia 04270 con salida desde Gijón a las 7.10 de la mañana lo hizo en un tren que, ... horas antes, protagonizó un nuevo capítulo en la historia ferroviaria asturiana. Esa unidad fue la primera en iniciar las pruebas de fiabilidad de la variante de Pajares, últimos ensayos que se hacen para comprobar que ferrocarriles e infraestructura se coordinan a la perfección.
La intención del Ministerio de Transportes, a través de Adif, es que durante diez noches los trenes circulen entre Ujo y León sin interrupción, cubriendo unos 3.000 kilómetros de recorrido. El ensayo se hace entre la medianoche y las cinco de la mañana, esto es, en la banda de mantenimiento, cuando el tráfico está suspendido para acometer los trabajos de mantenimiento de la red ferroviaria.
LA VARIANTE DE PAJARES
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Función su sucesión de viaductos y túneles entre La Robla y Pola de Lena acorta en 37 kilómetros el recorrido que ahora hace el tren por el puerto de Pajares; el trazado rectilíneo y sin curvas permite elevar la velocidad a 275 kilómetros por hora.
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Factura la obra comenzó en 2004 y se espera la entrada en servicio en noviembre.
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Tiempos se espera que reduzca el viaje en una hora.
La previsión es que en cada sesión nocturna los trenes de pruebas hagan cuatro recorridos completos, registrando si aún se produce alguna incidencia para su posterior análisis, pero, sobre todo, tomando nota de los tiempos de recorrido. Uno de los objetivos del ensayo es calibrar cuánto tardarán las unidades en recorrer el tramo León-Pola de Lena con la variante de Pajares ya en servicio.
Hasta ahora tanto Transportes como Adif han adelantado tiempos de viaje que responden a determinadas hipótesis sobre el tipo de tren y la cantidad de paradas en el recorrido. Ahora es el momento de verificar las condiciones reales que determinarán los horarios con los que operará Renfe cuando abra la instalación. La ministra Raquel Sánchez, por ejemplo, llegó a anunciar en 2022 que con la infraestructura el viaje Madrid-Oviedo quedaría en dos horas y 56 minutos, y en tres horas y 20 a Gijón. El pasado mes de noviembre mejoró la expectativa al manifestar que «el viaje entre Asturias y Madrid durará dos horas y 43 minutos». Son escenarios óptimos, que exigen tener antes homologado el modelo Avril de Talgo (algo aún en curso) y que Renfe opere servicios Gijón-Madrid sin paradas en Castilla y León (algo improbable).
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La variante será apta para velocidades de 275 kilómetros por hora en su vía oeste, montada en ancho ibérico. Cuando abra lo hará provisionalmente restringida a 200 kilómetros por hora. El único modelo que puede llegar a 275 en ancho ibérico es el Avril y por motivos de seguridad no se puede ensayar con un tren en fase de homologación en una infraestructura aún en pruebas. La vía este, montada con ancho mixto, abrirá con una máxima de 180, si bien se espera una especificación técnica que faculte a elevar el listón hasta los 220.
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