Coronavirus en Asturias | La Unión de Comerciantes suspende la Feria del Stock y los hoteles alertan de cancelaciones

«Las actuales circunstancias sanitarias, tanto de Asturias como, y especialmente, de Gijón, hacen imprescindible colaborar en la protección de la salud de las personas y evitar eventos que puedan implicar cualquier tipo de riesgo». Por eso, y pese a que el evento contaba con el correspondiente protocolo de seguridad presentado ante Salud Pública, la Unión de Comerciantes ha decidido suspender la Feria de Stocks, que debía celebrarse este fin de semana en el recinto ferial Luis Adaro. Así se lo ha comunicado la asociación empresarial a los minoristas que iban a participar y a las autoridades sanitarias.

La entidad busca alternativas. Por eso, la Unión de Comerciantes está organizando un espacio web en el que se podrán vender los stocks de comercios asturianos, a través de https://outletasturias.es/.

Pese a esta anulación, la gerente de la entidad, Carmen Moreno, cree que la declaración de la alerta naranja no supondrá un perjuicio para el sector, que «ha demostrado desde el principio que cumple con todas las medidas de seguridad y más». Más perjudicial que esto, dice Moreno, son «las continuas amenazas y advertencias de que pueden venir cosas peores. El pequeño comercio abre el paraguas cuando truena, no cuando llueve. Cuando se avisa constantemente de lo que puede venir, se restringe el consumo. Eso, todo lo que se viene diciendo desde agosto, hace más daño que la alerta naranja».

Pero, pese a que la alerta naranja no implique restricciones, sí traerá consecuencias económicas. Al menos para los hoteles de la ciudad, que ya estaban viviendo unas semanas complicadas. Al confinamiento de Madrid, de donde procede buena parte del turismo regional, se suman ahora los de León y Palencia. Y la alerta naranja, cuyo solo nombre puede asustar a quien pensara venir. Y todo, a las puertas del puente del Pilar. «Va a haber cancelaciones», afirma Beatriz Cimadevilla (Hotel San Miguel). «No es esperanzador. No sé... Igual se podría decir lo mismo pero de otra forma. Porque no implica restricciones, pero decir 'alerta' parece que implica cosas mucho más graves», lamentaba ayer Cimadevilla, quien aseguraba haber recibido ya algunas llamadas de turistas con dudas.

La realidad es que a ellos no les afecta esta medida. Primero porque no se prohibe la movilidad ni se cierran establecimientos ni se suspenden eventos. Pero es que, además, lo que se nos pide es controlar las relaciones sociales, precisamente lo que los turistas no tendrían (salvo que vinieran a visitar a familiares o amigos)

Y para que los de aquí sí cumplamos con la normativa, el documento en el que se decreta la alerta naranja explica que «supone un llamamiento a la movilización institucional, ciudadana y de los diferentes sectores para realizar esfuerzos conjuntos de vigilancia y control y evitar un incremento mayor de los casos en dicha zona y el aumento de la transmisión comunitaria». Pero ¿cómo se traduce ese esfuerzo de vigilancia? Pues, en la práctica, en lo que ya se venía haciendo. «La Policía Local no ha parado, estoy muy agradecida», decía ayer la alcaldesa de Gijón. Difícilmente se puede reforzar una labor que en ningún momento se ha relajado, defiende el equipo de gobierno. De hecho, solo durante el último fin de semana la Policía Local denunció a cinco personas por celebrar fiestas en sus domicilios y se cursaron otras 50 denuncias por no llevar la mascarilla y tres más por incumplir el horario de cierre impuesto a los locales de hostelería.

En cualquier caso, Ana González también señaló que se verá si «hay algún punto caliente» en la ciudad donde haya que actuar o abordar alguna otra solución. Delegación del Gobierno también se ha ofrecido a colaborar en lo que sea necesario y la primera edil destacó la coordinación que existe entre ambas administraciones.