El vecino de Xixún muerto de un disparo en la cabeza empuñó él mismo el arma
La Guardia Civil concluye que Ginés Priede se disparó en presencia de otra persona que huyó luego del lugar con la escopeta
OLAYA SUÁREZ
GIJÓN.
Miércoles, 21 de octubre 2020, 01:28
Vuelco en la investigación por la muerte violenta del vecino de Xixún (Siero) cuyo cadáver fue encontrado con un disparo en la cabeza delante de su casa en septiembre de 2019. Según se desprende de los trabajos realizados en los últimos meses por la Guardia Civil, Ginés Priede Junco, de 68 años, se habría disparado él mismo con una escopeta. Sin embargo, habría contado con la asistencia de otra persona, que una vez muerto, se habría llevado consigo el arma.
El escenario de la muerte apuntaba en un primer momento a que se trataba de un crimen: un fallecido por herida de bala, de un disparo efectuado a cañón tocante y cuya arma no se encontraba en el lugar. Sin embargo, la sorpresa para los investigadores llegó con el informe forense y la minuciosa inspección del entorno. La autopsia y el estado en el que se encontró el cuerpo determinaron que él mismo habría empuñado la escopeta. No obstante, habría contado con un cómplice que le facilitó el arma y que le asistió.
Noticia Relacionada
El resultado de las pruebas de ADN, clave en el crimen de Xixún
Para llegar a esa conclusión fueron necesarias cientos de horas de investigación de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón e incluso la intervención de la Unidad de Análisis de Comportamiento Delictivo, con base en Madrid. El caso se encuentra en el juzgado de Instrucción número 3 de Siero, cuyo titular abrió diligencias tras el hallazgo del cuerpo sin vida del hombre en plena carretera secundaria durante la mañana del 29 de septiembre de 2019.
Ginés Priede Junco, natural de Burgos, contaba con un amplio historial delictivo que le había llevado a pasar las largas temporadas en la cárcel. Habría sido en el centro penitenciario de Asturias donde conoció al hombre que le facilitó el arma. Contaba con antecedentes por delitos de robos con violencia, tráfico de drogas y estafas, entre otros. En la década de los noventa consiguió un indulto parcial del Ministerio de Justicia por el que pudo reducir la pena de cárcel que cumplía en Málaga. Sin embargo, volvió a ser detenido en numerosas ocasiones con posterioridad. En los periodos que pasó en libertad cambió de domicilio en numerosas ocasiones: Palencia, Burgos, Andalucía e incluso Gijón, donde llegó a vivir hace cinco años en el barrio de Contrueces con u expareja.
En 2006 envió a EL COMERCIO una carta desde el centro penitenciario de Asturias en la que denunciaba su situación de internamiento. «Mientras desde las más altas instancias se repiten los pronunciamientos en favor de la generosidad de la Administración de Justicia en lo referente a la concesión de beneficios penitenciarios, los verdaderamente protagonistas de este mundo vemos que la realidad sigue siendo la misma de siempre: ni la ley es justa, ni está hecha para los pobres. Yo no solamente reúno los requisitos para acceder a los permisos de salida, sino que ya debería estar en tercer grado o, incluso, en libertad condicional», escribía.
Cartas y mensajes
Semanas antes de su muerte alquiló una vivienda en Xixún (Siero) y apenas se había relacionado con los vecinos. Fue precisamente en ese periodo de tiempo cuando habría enviado cartas y mensajes a personas de su entorno y a instituciones en la que manifestaba su intención de quitarse la vida si no le concedían una ayuda social.
La investigación aún no ha concluido. Queda por determinar el grado de implicación de la persona que habría estado presente en los hechos. El cuerpo sin vida fue encontrado por un conductor que a las 6 de la mañana se dirigía a su trabajo. La casa de la víctima no tenía signos de lucha. La puerta estaba abierta y el coche del fallecido estacionado en el lugar.