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A la izquierda, el edificio que en su día ocupó Telefónica en las instalaciones de la siderúrgica MARIETA
El edificio de Telefónica en la antigua Ensidesa continuará en pie

El edificio de Telefónica en la antigua Ensidesa continuará en pie

El Ministerio de Hacienda ha renunciado a su derribo abriendo así el camino a su posible recuperación para nuevos usos

EFE

Viernes, 14 de agosto 2015, 16:50

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El Ministerio de Hacienda ha renunciado oficialmente al derribo del histórico edificio de la Telefónica de la antigua Ensidesa, de su propiedad, y abre así el camino a su posible recuperación para nuevos usos, después de que varias fuerzas políticas y sociales hubieran solicitado su indulto.

Así se lo ha comunicado el Ministerio de Hacienda a la diputada nacional del PP por Asturias Carmen Rodríguez Maniega en respuesta a una serie de gestiones que llevó a cabo para lograr el mantenimiento de este singular edificio del patrimonio industrial asturiano.

La también secretaria general del PP de Avilés ha mostrado su satisfacción por la rápida reacción del Ministerio y por poder dar respuesta a las numerosas voces que pedían el mantenimiento de este inmueble situado en el Parque Empresarial Principado de Asturias (PEPA).

Rodríguez Maniega planteó ante Hacienda la campaña emprendida por el Club Popular de Cultura de Llaranes para la recogida de firmas que pedían el indulto de este histórico edificio.

También estaba la moción presentada por los grupos municipales de Somos, IU y Ganemos, que se han unido contra su derribo, y la propia alcaldesa, Marviví Monteserín, había pedido la reutilización del edificio con fines productivos, tal como también defiende el PP.

El arquitecto Francisco Goicoechea Agustí configuró en solitario el vanguardista Palacio de Comunicaciones de Ensidesa, que es como se llamaba en 1959, en el momento de su construcción.

El edificio se compone de dos cuerpos diferenciados: un volumen apaisado y una gran torre que emerge del mismo.

La antena de telefonía y radio remataban la torre, proporcionando al edificio una capacidad de 1.000 líneas de telefonía automática, ampliables a 3.000 ya en el año 1959.

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