El comité de Saint-Gobain Avilés pide a la empresa los datos concretos de su plan

El comité de empresa de Saint-Gobain Avilés trasladó ayer a la dirección de la compañía una petición para que se concreten aquellos apartados que se pueden ver afectados por el Plan de competitividad. Esta fue la decisión más importante adoptada en la reunión del comité mantenida en la mañana de ayer, tras la que se decidió no hacer público ningún tipo de comunicado, a la espera de recibir esos datos y de la reunión que empresa y sindicatos volverán a mantener la próxima semana, se estima que entre el jueves y el viernes.

Como ya informó este periódico, la empresa entregó el miércoles al comité las bases de su Plan de competitividad, que persigue como objetivo el ahorro de 1,8 millones de euros en la planta avilesina, en base a una serie de medidas de carácter general y otras más concretas que afectan por separado a las divisiones de Glass (Construcción) y Sekurit (Automóvil).

Para el comité es importante conocer con exactitud el detalle de cada uno de los apartados de ese Plan de competitividad, en el sentido de saber los ahorros que se estiman con cada una de las propuestas que se han realizado. Los sindicatos analizaron la propuesta punto por punto y aparecen las lógicas dudas, pero estiman que antes de llegar a la negociación la empresa debe poner encima de la mesa datos mucho más concretos sobre cada una de las medidas.

Hecha esta primera apreciación, el comité expresa dos puntos de preocupación por encima del resto, según aseguró a este periódico el presidente del comité de empresa, José Francisco Mantilla.

En primer lugar, la externalización de servicios, una cuestión que afecta sobre todo a la división de Sekurit. En este momento, una parte del movimiento de vidrio en esta división ya se hace por empresas auxiliares, pero ahora se quiere conocer el alcance de la medida, si va a suponer que todo el trabajo se haga ya definitivamente por personal ajeno a la plantilla o no. Y lo mismo con la externalización de las pantallas de serigrafía, que ahora se producen internamente, aunque bien es cierto que ya ha habido algunas pruebas llegadas de fuera.

La segunda cuestión se divide a su vez en dos aspectos. Las dos cuestiones están ligadas al convenio colectivo, y en caso de aprobarse como vienen apuntadas en el documento de la dirección supondría afectar directamente a la letra del documento firmado en su día por las dos partes. La empresa plantea una revisión de los profesiogramas a la baja, o lo que es lo mismo, revisar aspectos de las categorías y niveles existentes en la actualidad. Y el segundo, redefinición de la PGP (Prima Global de Producción), adaptándola a una fórmula específica para cada actividad -Glass y Sekurit-. En la actualidad, la PGP tiene un baremo distinto por cada centro de producción, es decir uno para Avilés, otro para Arbós (Tarragona) y un tercero para el centro de Madrid, baremo calculado en base a la producción global de cada uno, no como se pretende ahora, por actividad.