El acusado de prostituir a mujeres en Llano Ponte afronta quince años de prisión
El ciudadano rumano se sienta hoy en el banquillo acusado de trata de blancas, prostitución coactiva, blanqueo de capitales y lesiones
RUTH ARIAS
AVILÉS.
Martes, 3 de marzo 2020, 01:06
El ciudadano rumano acusado de obligar a varias mujeres de su misma nacionalidad a prostituirse en la calle Llano Ponte se sentará hoy finalmente en el banquillo acusado de hasta cinco delitos, dos de prostitución coactiva, uno de trata de blancas, otro de blanqueo de capitales y uno más de lesiones leves. La Fiscalía pide para él un total de quince años de cárcel y la acusación particular de una de sus víctimas, doce.
Los hechos, desvelados por LA VOZ DE AVILÉS, ocurrieron entre 2010 y 2016. En ese periodo hubo dos mujeres que denunciaron haber sido sometidas a explotación sexual por el mismo hombre, un rumano que se valía de la técnica del 'lover boy', es decir, simulaba primero un interés sentimental para, una vez que ellas accedían a irse a vivir con él, retirarles la documentación y obligarlas a ejercer la prostitución en la calle mediante amenazas, coacciones y violencia física.
La primera de ellas se encuentra en situación de testigo protegido. Había conocido al acusado en el club Delphos de Oviedo hasta que llegó a Avilés para vivir como su pareja. Al cabo de una semana de idilio, él le dijo que el dinero se había acabado y tenía que volver a ejercer, pero esta vez no en un club, como había ocurrido hasta entonces, sino en la calle. La mujer se opuso, pero finalmente tuvo que sucumbir debido a las agresiones del acusado, que le propinaba una paliza cada vez que ella se negaba. No solo eso, sino que coartó su libertad de movimientos: controlaba su teléfono móvil y sus comunicaciones, ya que había conseguido que le revelase sus claves en distintas redes sociales, le quitó su documentación personal y también las llaves del domicilio en el que residían juntos.
Las víctimas debían entregarle todas sus ganancias, unos 200 euros diarios, o enviárselo cuando él estaba fuera
Al finalizar cada jornada debía entregarle todo el dinero que había obtenido y que solía rondar los doscientos euros. En las ocasiones en las que él se desplazaba a Rumanía, ella debía enviarle el dinero mediante una transferencia bancaria o a través de Western Union. La primera víctima llegó a realizar hasta 48 operaciones entre marzo de 2010 y diciembre de 2011 por un valor total de cerca de 16.000 euros. En esa fecha consiguió escapar y lo hizo sin llevarse ni siquiera su documentación personal.
La segunda denunciante vivió una situación similar. Conoció al mismo hombre en marzo de 2015 en una discoteca de Oviedo, entabló relación con él y poco después comenzaron a vivir juntos en Avilés. Tres días después de iniciar la convivencia él le propuso que se prostituyera, a lo que ella se negó en un primer momento pero comenzó aceptando ante la amenaza de vender a su hija, que había dejado en Rumanía. También sufrió palizas y la sustracción de su tarjeta del teléfono para evitar que se comunicase con terceras personas. Así estuvo desde junio de 2015 hasta marzo de 2016 cuando, lo mismo que la otra mujer, consiguió escapar. Se encontraba entonces en Pontevedra, a donde la había llevado para que continuara prostituyéndose.
Ella también tenía que entregarle todas sus ganancias y enviarle el dinero cuando él se iba a Rumanía. Esta segunda mujer realizó hasta 38 operaciones a través de Western Union por un total de 7.165 euros.
Una red mayor
La Fiscalía acusa a este ciudadano rumano de un delito de dos delitos de prostitución coactiva y un tercero de blanqueo de capitales, por los que pide cinco años de prisión en cada uno de los casos, quince en total, además de una orden de alejamiento de las víctimas durante diez años.
La acusación particular de una de las víctimas reclama ocho años de cárcel por trata de blancas y otros cinco por blanqueo de capitales, además de una multa por un delito de lesiones.
La investigación policial, sin embargo, apuntaba a una red mayor, en la que estarían implicados hasta una quincena de hombres rumanos. Las víctimas relataron como en el tiempo en el que convivieron con el acusado uno de sus compañeros traía a distintas mujeres desde Rumanía, a las que también obligaban a prostituirse en Llano Ponte desde el primer día.
El acusado se encontraba en paradero desconocido durante buena parte de la investigación, pero ha sido citado para el juicio de esta mañana, que se celebrará en la Audiencia Provincial.