Patricia Leyva
«Dejaré la presidencia porque necesitamos que mucha más gente colabore y en la directiva somos solo cuatro»
Patricia Leyva se desdobla todo el año, pero más estos días, para atender la organización de las inminentes fiestas de Villalegre, en Avilés. En ... este 2025 no ha tenido que pedir vacaciones en su trabajo, como ocurrió el año pasado, pero la falta de horas de sueño tardará en recuperarlas. Es esta entrega la que la ha llevado a pensar que estas serán sus últimas fiestas como presidenta de la asociación de vecinos El Marapico. Lo explica en esta entrevista, en la que también hace repaso del estado del barrio.
–En apenas dos semanas se celebra el Rito del Beso. Tras algunos años complicados, parece que ya no les cuesta tanto encontrar pareja. ¿Es así?
–No hay problema porque este año el novio es Abel, que perteneció a la anterior junta directiva (fue secretario) y conmigo estuvo un año. Este año se casa a los quince días del rito y, claro, cómo no iba a protagonizarlo.
–Extiendo la pregunta a la organización de las fiestas. Algunas asociaciones de vecinos lo dejaron años atrás por lo costoso que resulta, pero ustedes no.
–Es cierto que cuesta, pero nunca hemos tirado la toalla. No hemos tirado la toalla. Siempre pedimos los permisos en marzo y ya dejamos casi todo apalabrado ese mes. Este años, en la línea de los anteriores, habrá verbenas, habrá vermú con corte de jamón, conciertos en los bares, la XIII Comida en la Calle y como novedad, una carpa en la zona de la estación de Renfe, también con mesas para la Comida en la Calle.
–¿Cómo se financian?
–Gracias a los comercios que colaboran con nosotros y con la revista. Este año ha colaborado mucho más gente. Dieciocho comercios más, además tanto de Villalegre como de Corvera y del centro de Avilés. Aparte está la subvención del Ayuntamiento. Aunque tengo que decir que siendo primeras fiestas del año en Avilés, la subvención no se cobra hasta noviembre. Y yo no puedo tardar un año en pagar a la gente... Estoy muy cansada. Este año son las últimas fiestas que hago.
–¿Cómo? ¿Qué quiere decir: dejará de hacer fiestas o la asociación?
–Dejaré la presidencia de la asociación. Estoy cansada porque necesitamos que mucha más gente que colabore y en la junta directiva solo somos cuatro, una de las cuales tiene noventa años. Además somos asociaciones de vecinos que organiza fiestas, es decir que no tenemos una comisión de festejos como tienen en otros barrios. Al final eres tú para todo.
–Ese parece ser un problema de muchas entidades. ¿Tiene solución?
–Pues no lo sé. Yo creo que la gente tiene un concepto anticuado de lo que es una asociación de vecinos. Nosotros tenemos baile, zumba, dibujo,... y todavía hace poco organizamos un taller de robótica para niños, porque nos parecía algo muy interesante. ¡No vino nadie! Lo volveremos a plantear porque seguimos pensando que es buena idea. Pero quiero que la gente venga a conocernos y a aportar ideas o a quejarse. Tenemos un local, tenemos redes sociales, tenemos un número de WhatsApp al que siempre respondemos. A lo mejor no podemos hacerlo al momento, pero respondemos.
–Cambiando de tema, está pendiente la rehabilitación del edificio de Francisco Legorburu para vivienda. ¿Tiene alguna noticia sobre el particular? ¿Se necesita vivienda en el barrio?
–No sé nada sobre ese tema. Uf, respecto a la segunda pregunta, creo que en el barrio hay muchos pisos que se alquilan y hay mucha gente que ha venido nueva últimamente. Lo que hace falta realmente hace falta es el mantenimiento del centro social y de los parques infantiles porque meten miedo.
–¿Ah, sí? ¿Tan mal están?
–Sí. Tenemos buena comunicación con el concejal de Mantenimiento Urbano, Pelayo García, pero las cosas van a su ritmo. Hemos solicitado, por ejemplo, un columpio adaptado porque no hay nada parecido en el entorno en lugar de un 'pipican' que no se usa para lo que se construyó. Y la 'U' (pista de patinaje) queremos que la rehabiliten porque muchos niños juegan allí y cualquier día se estrellan.
–La Asociación de Restauradores de Asturias reclama la rehabilitación de inmuebles emblemáticos como la Casa Maribona o la Ermita de Santa Apolonia. ¿Considera que hay un déficit en el mantenimiento del patrimonio histórico?
–Sí, totalmente. Es una antigua reclamación. Recientemente hubo que poner unas vallas en la ermita porque cayeron cascotes y el estado de las casas de los indianos que hay en la carretera general es deplorable. Que yo sepa nunca entra nadie, pero desde luego podrían. No sé quién tiene que asumir esta rehabilitación, lo que sí puede decir es que en estas propiedades hay animales que alguien está manteniendo.
–Ha mencionado que tienen una buena relación con el concejal de Mantenimiento Urbano, pero no deja de enumerar problemas de mantenimiento...
–Sí, claro que tenemos quejas. Ambas cosas no están reñidas. Además, entiendo que hay peticiones que no se pueden arreglar de un día para otro o que, incluso, no hay presupuesto. Por ejemplo, el local social está lleno de humedades. Entiendo que atajarlas es costoso, pero la verdad es que se debería invertir en mantenimiento porque nos han prometido un espacio en el edificio de Francisco Legorburu que van a rehabilitar, pero al ritmo que van igual todavía nos queda bastante tiempo en el actual... Con Ana Solís, la concejala de barrio, también tenemos muy buen trato.
–Ahora en las urgencias de atención primaria en fin de semana se atenderán en el Centro de Salud del Quirinal. ¿Cómo lo valoran?
–Me parece un poco alejado. Ahora mismo vamos a Corvera. Habrá que ver cómo funciona antes de protestar.
–¿Y cómo funciona el Centro de Salud de La Luz?
–Eso ya es otra historia. Te dan consulta para quince días. Por no hablar de la escasez de personal, también provocado por las bajas.
–¿Qué tal el parque canino?
–No estoy segura de que a eso le podamos llamar parque canino porque es un espacio pequeño limitado por cuatro vallas. Hemos pedido que al menos pongan una fuente y que construyan un pasillo desde la acera hasta el prado porque está al lado del río, hay por tanto mucha humedad, y en cuanto llueve, te embarras.
–Hace no mucho el local social sufrió un asalto que denunciaron. ¿Alguna novedad?
–Lo denuncié en el Ayuntamiento, al fin y al cabo el local es de propiedad municipal, pero no he sabido nada más.
–¿Hay inseguridad en el barrio?
–No. La policía pasa cada poco y siempre que se les llama llegan rápido.
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