Mónica Fernández Rivera | Coordinadora de la Fundación Mujeres

«Ha habido muchos avances, pero aún hay brecha salarial, violencia y acoso»

–¿Qué es la Fundación Mujeres y por qué decide asentarse en Avilés?

–Es una oenegé creada en 1994. El objetivo es conseguir la intervención en todos los ámbitos, el social, el político, el cultural o el económico y laboral, para conseguir la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres. Tenemos diferentes delegaciones en toda España (en A Coruña, Asturias, Madrid, Castilla-La mancha, Extremadura y Córdoba). En concreto en Asturias tenemos oficinas en Oviedo, Gijón y Avilés. Llevábamos años haciendo intervenciones en Avilés y ahora nos hemos planteado establecernos aquí.

–¿Cuántas personas trabajan en la oficina de Avilés y cómo?

–Dos personas. Estamos en fase de implantación, contactando con empresas. No solo hacemos intervención con mujeres, sino también con centros educativos y con las empresas, donde hacemos formaciones y talleres de sensibilización. No tendría sentido no trabajar con las empresas porque serán las que contraten a las mujeres a las que ayudamos a regresar al mercado de trabajo. Como digo, ahora estamos en una primera fase, aunque en años anteriores ya trabajamos con el área de formación y empleo del Ayuntamiento.

–Que también tiene programas destinados a las mujeres con dificultades de acceso al empleo. ¿No se solapan?

–Nosotras vamos a complementar. Ofrecemos nuestro enfoque de género y nuestra experiencia. Nuestro objetivo va más dirigido a mujeres en situación de mayor vulnerabilidad. Aunque el objetivo final es la inserción laboral, llevamos a cabo una intervención para la activación social.

–¿Por qué?

–Porque nos encontramos con mujeres que no han salido de sus casas y no tienen redes de apoyo. Trabajamos eso de lo que se habla ahora tanto: el empoderamiento.

–Si esa es la situación debe ser complicado llegar hasta ellas. ¿Cómo lo hacen?

–No, no lo es. Las encontramos en programas de los servicios sociales, en casas de acogida o en el propio centro de formación municipal. A veces las identificamos, pero vemos que no es el momento de que esas mujeres se incorporen al mercado laboral. Hay que trabajar con ellas la importancia de la corresponsabilidad y de que, a pesar de su obligación o faceta de cuidadoras, tienen que salir de casa. Para muchas mujeres es, además, algo temporal, por eso las preparamos para ese momento en que vuelvan a salir al mercado laboral, que sepan con qué recursos van a contar.

–Comenta que con anterioridad se había puesto en contacto con el Ayuntamiento. ¿Para...?

–Para conocer de primera mano lo que ya se está trabajando. No se trata de solapar y hacer las mismas cosas sino de complementar. Queremos que la Fundación Mujeres sea un recurso de referencia para las mujeres de Avilés gracias a la red que nosotras tenemos de tantos años de trabajo.

–¿Cómo se puede encontrar a la fundación?

–Tenemos una página web, o por teléfono (985 09 00 02). Un número fijo es el primer contacto, pero luego tenemos un número con WhatsApp porque ahora es imprescindible.

–Acaban de aterrizar, como quien dice, aquí en Avilés. ¿Puede hablarnos de algún proyecto que tengan en marcha en Gijón u Oviedo?

–Ahora mismo tenemos el proyecto Alicia, que queremos traer aquí a Avilés, que trabaja la activación social y la laboral y al cual se han incorporado trescientas mujeres desde enero. Les ofrecemos formación ocupacional siempre teniendo en cuenta su situación de partida.

–¿Y cuál es mayoritariamente?

–En los muchos años de trayectoria que llevamos en Gijón y Oviedo, hemos recibido muchas víctimas de violencia de género y de trata. Trabajamos en red. Si llega una mujer y vemos que nosotras no podemos atenderla, la derivamos a otro sitio. Ahora estamos detectando que llegan muchas mujeres migrantes y también sin hogar, sobre todo en Gijón porque creo que la gente en esta ciudad tiene más interiorizado el sistema de recursos. El perfil medio va desde los 30 a los 50 años, con todo tipo de formación, aunque el volumen más alto tiene educación básica y hasta bachiller. Y un gran número son familias monomarentales.

–¿El resto llega con formaciones muy desactualizadas?

–Nos encontramos dos cosas: una, que hay gente que lleva mucho tiempo fuera del mercado, porque uno de los problemas que tenemos como mujeres es que la maternidad lleva a muchas a dejar temporalmente el trabajo, y otra es la gente recién titulada a la que le falta esa oportunidad de acceso. Para este segundo caso firmamos convenios de prácticas con las empresas que les permitan tener una primera oportunidad laboral.

–¿Observan un cambio sustancial entre la mujer que llega y la que 'sale'?

–Sí, y lo recogemos en informes porque nuestro trabajo tiene que tener un impacto. Tenemos proyectos muy variados, los que trabajan activación social y otros laborales puros y duros y en estos segundos se nota mucho con la inserción laboral. A los talleres de activación personal y laboral, a veces llegan mujeres que al principio no fijan ni la mirada, pero logramos generar una red de apoyo para que vean que no están solas.

–A pesar de que llevan muy poco tiempo en Avilés, ¿Tienen ya en marcha algún proyecto?

–'Actívate buscando empleo' y 'Alicia', este es un proyecto estatal que está en marcha en todas las delegaciones y en el que trabajamos mucho la parte prelaboral.

–Recientemente se ha celebrado el 8M. ¿Sigue siendo necesario reivindicar el Día de las Mujeres?

–Sí. Ha habido muchos avances, es verdad. Pero hay todavía brecha salarial, hay víctimas de violencia física y psicológica, acoso, trata de personas, discriminaciones laborales por razón de sexo, sigue existiendo el techo de cristal... ¿Qué está pasando? Desde la fundación también trabajamos la línea del emprendimiento porque muchas mujeres ven que no pueden promocionar en sus empresas. En Asturias, nueve de cada diez mujeres trabajan en el sector servicios por cada seis hombres. A partir de los 35 años hay más mujeres inactivas. Muchas de las causas que ellas nos comentan es porque asumen las labores del hogar. Lo detectamos mucho en la pandemia, que ellas abandonaron su trabajo para asumir los cuidados.

–¿Es una decisión acertada?

–Insistimos mucho en la educación de base en que no se descuelguen del mercado laboral. Que la vida da muchas vueltas, y hoy estás en una buena situación porque entra un buen sueldo en casa, pero esa situación puede cambiar.