En busca del «puente inteligente»
Media Madera avanza en la innovación de estructuras mientras remata la instalación en Málaga de la pasarela más grande de España
FERNANDO DEL BUSTO
tabaza.
Lunes, 9 de marzo 2020, 01:18
Los constantes desarrollos tecnológicos y la investigación permite que la empresa Media Madera avance en la construcción de lo que se puede definir como «puentes inteligentes», plataformas que incorporan diferentes sensores para mejorar en la gestión de su comportamiento, incluso con capacidad para autorrepararse en situaciones críticas, según comenta Juan Carlos Santos, CEO y director de I+D+i de la ingeniería que, desde sus instalaciones en el polígono de Tabaza ha exportado puentes de madera a buena parte de España y también a todo el mundo.
De hecho, actualmente concluye la construcción del puente sobre el río Guadalhorce, en Málaga, que, con sus 300 metros de longitud es la pasarela de madera más larga de España y una de las más grandes de Europa. Su ancho es de cuatro metros y entre sus apoyos alcanza una distancia máxima de 70 metros.
La clave de los puentes inteligentes es la facilidad tecnológica para instalar sensores en diferentes partes de la estructura, que facilitan los fundamentales datos. Julio Vivas, director técnico de la compañía, explica «todo el mundo conoce las pruebas de resistencia que se hacen a los puentes, cuando los camiones pasan y se comprueba la estructura. Con estos sensores, tenemos una información constante sobre el comportamiento de la plataforma, con lo que podemos estudiar y prever su comportamiento».
Los sensores, además, permiten muchas más opciones, incluso automatizar medidas de seguridad y de mantenimiento. «Se abren muchas posibilidades para que los puentes se adapten mejor a su entorno», explica Juan Carlos Santos. Y cita ejemplos que pueden sonar a ciencia-ficción pero que son posibles.
El primero. Una plataforma situada en un lugar donde los temporales de viento pueden afectar al paso de personas o de vehículos. «Se pueden instalar sensores conectados a estaciones de medición del viento y, superando diferentes rangos, se cerraría el puente al tráfico de manera automática», explica. O instalar los sensores de manera que se puedan detectar actividad biológica que refleje la pudrición y, de manera automática, aplicar los tratamientos.
Pero también se trabaja en los mecanismos para amortiguar las vibraciones en los puentes, uno de los grandes problemas que afrontan los ingenieros en el diseño de las estructuras.
Definir y aplicar las mejores soluciones no es una tarea sencilla. «Son muchas horas de trabajo, pensar caminos, equivocarse algunas veces y acertar otras», explica Juan Carlos Santos. De hecho, aunque existe un departamento de I+D, la investigación es un valor transversal donde se implican los catorce trabajadores de la empresa. También participa en diferentes organizaciones de I+D y, por ejemplo, se encuentra entre los impulsores del nuevo túnel de viento de la Universidad de Oviedo.
La innovación propia ha permitido que la empresa se haya hecho con la construcción del puente de Guadalhorce, el más grande de España «gracias a muchas soluciones propias. Nuestros competidores no son otros puentes de madera, sino de acero o de hormigón», recuerda Santos. Vivas destaca otras ventajas de la madera como es su potencial medio ambiental «con una huella de carbono cero y, en algunos casos, negativa».
Gestión interna
El proceso de innovación también se aplica a su gestión interna. «De manera progresiva vamos suprimiendo el papel y aplicando nuevos métodos de trabajo que nos permiten ser más operativos y ágiles», destacan Vivas y Santos. Son conscientes de que se trata de un cambio de mentalidad, donde las dinámicas de los equipos no siempre es igual. Así, los perfiles de producción pueden presentar más resistencias que las personas que trabajan habitualmente con ordenadores. «Buscamos la mejor solución, no se trata de imponer nada a la fuerza», explica Juan Carlos Santos.
El esfuerzo constante da sus frutos a Media Madera, que la semana pasada recibía la noticia de una nueva adjudicación para construir un puente en Peñafiel, Valladolid. Mientras, los gestores siguen participando en nueva licitaciones en España y en el extranjero. «Acudimos habitualmente a licitaciones en Portugal y Francia; ahora mismo hemos mandado ofertas a diferentes concursos internacionales en la República Checa, Brasil, Argelia, Argentina, Uruguay... Para nosotros, el mercado internacional es muy complejo pues somos una pyme», concluye Santos. De esta manera, la empresa se mantiene estable en una facturación anual que ronda los 2,5 millones de euros.