Cientos de escolinos de cuento se reencuentran con el Antroxu

Magia, ilusión y alegría era lo que el antroxu quería devolver a la ciudad. Y lo consiguió con creces. Bajo el lema de este año, que no es otro que la fantasía, personajes venidos de otros planetas, de los cuentos de hadas, de la literatura y demás imaginario colectivo aterrizaron en la plaza de España para, desde ahí, recuperar el tradicional Desfile de Escolinos Antroxaos.

Era imposible no fijarse en los puntiagudos sombreros azules del grupo del colegio de Llaranes, decorados en su totalidad con estrellas y lunas, pegados a la tela por los propios alumnos, que consiguieron así tener el protagonismo de su propio disfraz. No fueron los únicos que se hicieron eco de esta temática, las doscientas personas que formaban el colectivo del colegio Enrique Alonso también escogieron ir de magos y brujos. Pero lo que llamaba más la atención no era la multitud, sino el peculiar carruaje que con ellos traían. Uno de los magos llevaba consigo un «caldero de marmita con pócima mágica dentro», y junto con él, una particular espuma (representada con globos verdes) que sobresalía. Con la situación acontecida en Ucrania en las últimas horas, decidieron aportar a su disfraz un cartel con el mensaje: 'La magia de la paz. No a la guerra'. «Ojalá la magia pudiera ser lo que parara esto, este es el mensaje que los alumnos y todo el colectivo queremos transmitir», decía Norma Bernad, presidenta del AMPA del colegio.

Como ya se sabe en Asturias, los trasgus son muy traviesos, por eso decidieron escaparse del bosque para tomar la ciudad y, como no, consiguieron su objetivo. Así fue que las calles de Avilés se convirtieron en un bosque encantado, donde el colegio Marcos del Torniello transformados en estas criaturas, pero también en xanas, setas y árboles, dieron su particular homenaje a las criaturas fantásticas que pueblan nuestra comunidad autónoma. El disfraz fue confeccionado, en el caso de las setas y árboles, con telas y un paraguas a conjunto del que se podía ver la cabeza de la seta roja y con motas blancas o llena de hojas que mostraban así las copas de los árboles.

Y si de mitologías se trataba, la ría de Avilés estaba algo revuelta, porque el tridente de Neptuno asomaba entre los participantes del Colegio Marcelo Gago, que este año participaba hermanados con el colegio de Educación Especial San Cristóbal. «Como éramos poquitos nos hemos juntado para hacer más grupo, pero también para trabajar el tema de la integración», explicaba Alba Varón, presidenta del AMPA del colegio, este era el primer año que el centro participaba en el desfile pero «esperamos que sean muchos más».

Personajes más recientes fueron escogidos por el Colegio de La Carriona. El Expreso de Hogwarts hizo una parada en Avilés antes de continuar con su viaje hacia la escuela. Por eso, en vez de los alumnos del centro, los que se pasearon por las calles fueron los estudiantes de las distintas casas de Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin.

El desfile comenzó pasadas las cinco y media de la tarde. Cuando la Fanfarrea de El Felechu de Corvera abrió el paso con sus instrumentos para indicar a todos los avilesinos que allí se encontraban para ver esta marabunta de personajes fantásticos que la magia empezaba a recorrer la ciudad. Tras ellos se encontraba el colegio Buen Consejo, que se estrenaba en el desfile y, además, era el primer centro en abrir este pasacalles. El tema escogido del colegio tenía por lema: 'Los emojis invaden la ciudad' y un revoltijo de caritas sonrientes o llorando de la risa, con corazones e incluso demonios conformaban al grupo en el que cada alumno eligió su emoji favorito. Con ellos se encontraba un gran móvil con un texto de WhatsApp, y es que su disfraz tenía una historia detrás. Un peculiar experimento había salido mal y todos los emojis que usamos diariamente se habían escapado del aparato electrónico para disfrutar del antroxu avilesino.

Este buen ambiente que contagió a los ciudadanos que se paraban a ver el espectáculo, haciendo vídeos y fotografías del mismo, también fue puesto por las charangas Ceda el Paso y Menudos Notas que a ritmo de sintonías tan típicas del carnaval, como nuevas incorporaciones en el repertorio, contagiaron de alegría a todos los avilesinos que detuvieron su paso para disfrutar del espíritu festivo traído por los niños y todos sus acompañantes.

El recorrido comenzó en la plaza de España, para bajar por la calle de La Cámara y continuar por la calle Cuba, siguió en el parque de Las Meanas hasta hacer una parada en la pista de La Exposición y desembocar en el complejo deportivo de El Quirinal, donde tuvo lugar la ceremonia final, con sabor al Antroxu de siempre.

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