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Fue una actuación polémica porque se desarrolló durante el curso escolar y los padres de los menores temían que el traslado de sus hijos ... fuera a peor, pero una vez llevada a cabo la adecuación de nuevas aulas para el segundo ciclo de infantil en el edificio principal e histórico del colegio Palacio Valdés de Avilés no se ha vuelto a escuchar una queja. «Nos hemos esforzado muchísimo para que esté todo perfecto. Los niños y las niñas entraron con toda su ilusión, teniendo a sus 'profes', que era lo principal, y no notaron ningún cambio», certificó ayer la directora del colegio, Isabel Suárez Aragoneses, durante la visita de la alcaldesa Mariví Monteserín y el concejal de Educación, Juan Carlos Guerrero, y el concejal de Servicios Sociales, Agustín Medina.
Los responsables políticos quisieron ver el resultado de unas obras acometidas un ala del edificio desaprovechada y que se nutrió con el sacrificio de varios metros cuadrados de la sala de profesores. Tras levantar algunos tabiques, comprar nuevo mobiliario y cortinas para proteger de la luz que entra por los grandes ventanales, equipar los baños con lavabos y váteres medida de los pequeños de tres y cuatro años y ambientar el pasillo con áreas de descanso, juegos y percheros, el resultado no ha podido quedar más coqueto. «Nuestro empeño es que (los colegios) sean cómodos, funcionales, pero que también sean bonitos, que sean agradables, acogedores», enunció la regidora.
Este ala tiene puerta para garantizar la seguridad y se extiende en paralelo a los despachos de la dirección, que tienen un acceso independiente.
Monteserín alabó también la extensión de la red de 0 a 3 años, que es el motivo por el que ha habido que realizar esta adecuación de espacios. Antes, los pequeños de tres y cuatro años estaban en el edificio separado que el próximo curso acoger la escuela de 0 a 3. La alcaldesa justificó las obras en aras a garantizar la matrícula del colegio, algo sobre lo que el equipo directivo tiene «muy buenas sensaciones» tras las jornadas de puertas abiertas. «El atractivo de este colegio es que tenga un 0-3 para dar una continuidad al colegio. Si no hubiéramos tenido eso, posiblemente tuviera una fecha de caducidad y eso nos preocupaba mucho porque además está en un sitio muy privilegiado. Hay que dejar que la administración actúe porque lo hace en colaboración con la comunidad educativa», manifestó.
Aludió a la etapa de 0 a 12 años que a partir del curso que viene será posible realizar en el Palacio Valdés, en el Marcos del Torniello y en el Virgen de las Mareas. Sin embargo, plantea algunos retos que ayer sobrevolaron la visita como que los niños con hermanos en el centro tengan preferencia a la hora de ser admitidos. Algo que esta nueva estructura educativa no contempla hoy por hoy.
Isabel Suárez Aragoneses quiso agradecer al Ayuntamiento su apoyo financiero para la obra y reconoció que «estamos muy a gusto ahora». «Antes, en el otro edificio, el alumnado y el profesorado estaba 'lejos' y ahora estamos todos muy cerca y se trabaja más en familia y en convivencia, como a nosotros nos gusta. Nos hemos esforzado muchísimo para que esté todo perfecto», señaló.
El broche a la actuación lo pondrá un mural del artista Favila, gracias a la intermediación de la Asociación de Madres y Padres (AMPA). En principio iba a ser en este espacio del segundo ciclo de infantil, pero finalmente será en el vestíbulo para disfrute de todo el colegio. Comenzará a pintarlo el próximo mes de mayo.
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