El comité de empresa espera reunirse con la dirección de España el próximo mes
F. DEL BUSTO
AVILÉS.
Domingo, 22 de septiembre 2019, 03:28
Desde el pasado verano, Comisiones Obreras está gestionando una reunión con los altos directivos de Saint-Gobain en España para tratar del futuro de la planta de Avilés, especialmente Sekurit, contando con el apoyo de las federaciones estatales de industria. De esta manera, evidencia la trascendencia que se quiere dar al encuentro.
El comité avilesino afronta el reto de recomponer puentes dinamitados en el pasado. Tradicionalmente, ante la dirección francesa, el comité avilesino ha tenido la fama de «peleón y duro» frente a otros emplazamientos. Incluso se les ha llegado a llamar la «pequeña aldea gala» en las reuniones internas por la resistencia que oponían a decisiones que en otras fábricas se aplicaban sin mayores problemas.
Y, aunque el retraso en fijar el encuentro se puede explicar por los ritmos del verano, también se empieza a pensar en un mensaje de la falta de complicidad con los directivos. Uno de sus interlocutores deberá ser José Antonio Piqueras, actual responsable de automoción en España, y que, durante en su etapa en Avilés, sufrió más de una vez la dureza de los sindicatos.
Y aunque se trata de profesionales altamente cualificados, no cabe duda de que las experiencias personales y el bagaje influyen.
La respuesta sencilla para Avilés pasaría por incrementar la carga de trabajo. Actualmente, la mayor parte de los parabrisas son de alto valor añadido, más complejos y lentos de fabricar. Si junto a estos se incorporasen modelos sencillos, las cifras de Sekurit mejorarían de manera sustancial. Sin embargo, con la evolución histórica de la producción no parece que se vaya a producir un giro.
Entrar de lleno en un plan de reconversión es bastante complicado. Su plantilla se encuentra rejuvenecida y el número de salidas no traumáticas, es decir mediante pre-jubilaciones, sería mínimo y no aportaría ninguna solución. Es decir, se trataría de despidos a personas de cuarenta o treinta años.
Y aunque nunca se ha hablado de ello, más de una ha pensado en la posibilidad de una reorganización de las plantas: Avilés asumiría la construcción, mientras que el auto se ubicaría en Arbós. En contra de este plan se encuentra la falta de espacio físico en la planta de Tarragona, aunque ello no impide una ubicación en un polígono de la comarca.
De ahí que desde Comisiones Obreras se trate de poner en valor el convenio de tres años y el mensaje de paz social que implica. Las elecciones sindicales previstas para el próximo noviembre pueden aportar más estabilidad o llevar a la compañía a una dinámica más compleja.